El inversor, que no es gallego, producirá combustible de madera comprimida
01 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La antigua planta de Calizas Marinas (Calizamar), en desuso desde el 2009 y localizada en el polígono boirense de Espiñeira, parece que volverá a la actividad después del verano. Para esto, será necesaria una inversión de 3,2 millones de euros que ya habría comprometido un empresario para renovar la instalación y cambiar su finalidad, que siempre fue la del tratamiento de residuos de bivalvo. El nuevo uso que tendrá la factoría será la fabricación de combustible de madera comprimida, y que se conoce como pelet, que está destinado principalmente a estufas y calefacciones. Además, la previsión inicial es crear una veintena de puestos de trabajo.
Los plazos para hacer realidad este proyecto parece ser que serán muy cortos, ya que la intención del promotor, que no es gallego, es comenzar a trabajar después del verano. La jugosa inversión que está previsto destinar para reflotar esta nave será dirigida, entre otras cosas, a la compra de maquinaria, que el empresario está gestionando en el extranjero. Hay que decir que Boiro no era la primera opción del inversor para asentar su nuevo proyecto. Catoira, parece ser, que sí era el municipio deseado para instalarse, algo que se habría replanteado al conocer el potencial del sector maderero en la comarca, además de las mejores vías de comunicación que existen en Barbanza.
Presión desde el Concello
Uno de los culpables de que este empresario decidiera apostar por Boiro, sería el Concello, que, al enterarse de que existía la posibilidad de crear puestos de trabajo, se volcó para reunirse con el inversor y explicarle las ventajas que tiene la parcela de Calizamar, situada en un parque empresarial dotado con todo tipo de servicios, a escasos metros de la autovía y con una industria maderera a su alrededor.
Los pasos necesarios para pasar de las palabras a los hechos en este proyecto ya se están dando. El primer objetivo es importar del continente asiático la maquinaria necesaria para dotar la nave boirense, además de adecuar parte de este recinto, que lleva un par de años abandonado.
La previsión del empresario es crear veinte puestos de trabajo directos