La parroquia rianxeira de Taragoña celebró su particular homenaje a San Cristóbal en el marco del festival Antrospinos
27 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.La lluvia no aguó la fiesta este año a los fieles seguidores de la matraquillada, organizada en el marco del festival Antrospinos. Se trata de la procesión más original que rinde homenaje a San Cristóbal y que ayer reunió a decenas de personas en la parroquia rianxeira de Taragoña. La combinación fue explosiva: buen tiempo y mejor humor. El sol, de justicia, animó a algunos participantes a incorporar la sombrilla a sus vehículos. Los sombreros y las sandalias fueron las prendas estrellas y pocos se resistieron a completar el recorrido sin una bebida refrescante en mano.
Los matraquillos, que salieron de Campo Maneiro, como ya es tradición, iban abarrotados de pasajeros de todas las edades. Y es que la procesión va ganando adeptos. Ni siquiera el verano pasado -cuando la lluvia quiso estar presente- los festeiros se dieron por vencidos y completaron igualmente el recorrido.
Más conciertos
Después de que a mediodía también se celebrase una comida de confraternidad, al cierre de esta edición estaba previsto que se subiera al escenario el grupo Capitán Tifus y otras agrupaciones musicales que tocarían sin descanso hasta casi el amanecer. El folk fue su seña de identidad.
Los conciertos se suceden desde el jueves por la noche con gran afluencia de público. El festival Antrospinos tampoco este año defraudó a sus muchos seguidores.