Los boirenses despidieron las fiestas con la mirada en el cielo

raquel iglesias RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

DANI GESTOSO

El espectáculo de fuegos artificiales y la orquesta París de Noia congregaron a miles de personas en el corazón de la villa

11 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Fue una auténtica explosión de color. El espectáculo de fuegos artificiales de Boiro puso ayer la guinda a seis días de jolgorio. Festeiros de toda la comarca y más allá pusieron sus miras en el muncipio y se unieron a una celebración que aunque comenzó con lluvia, consiguió brillar en la recta final. Ayer era uno de los días más esperados, y es que no hay celebración que se precie sin un colofón de pirotecnia. Este año hubo algunas novedades, aunque como de costumbre los fuegos se tiraron desde la plaza de O Negral y una multitud de gente tomó la avenida de la Constitución.

Boquiabiertos se quedaron algunos, sobre todo los más pequeños, con una cuenta atrás que se proyectó en un edificio. Boiro 2014 podía leerse en la fachada como si fuera fin de año y las uvas ya se terminaran. Por si fuera poco, los fuegos de artificio llegaron al cielo al ritmo de la música durante veinte minutos que para muchos parecieron segundos. Mereció la pena posponer el espectáculo. Y es que aunque estaban programados para el domingo, las malas condiciones meteorológicas obligaron a aplazarlo.

Algún apagón

La París de Noia mueve masas y así volvió a quedar demostrado en Boiro. En la plaza de Galicia apenas cabía un alfiler cuando la orquesta comenzó a ofrecer su música. Varias generaciones acudieron a la cita con esta formación que ya no sabe lo que es tocar sin miles de personas en el público. La Gran Parada tampoco defraudó. Durante su actuación hubo varios apagones, pero no fueron impedimento para que la París de Noia cautivara a los presentes.

El balance de las fiestas de Boiro no podía ser mejor. La lluvia empañó las primeras jornadas, si bien las actividades involucraron a grandes y pequeños.

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