Los únicos kilos que no sobran

María Hermida
maría hermida RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

MARCOS CREO

El supermercado Eroski de Noia donó al banco de alimentos tonelada y media de comida, que este a su vez entregó a Cáritas

13 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Hay familias a las que seguramente le suene a chiste eso que cada primavera dice tanta gente que va a hacer la famosa operación bikini; en alusión a ese régimen a contrarreloj que se intenta llevar a cabo cuando se acerca la hora de poner el bikini. Y es que hay ciudadanos que están a dieta todo el año por una cuestión fácil de explicar: la falta de recursos económicos. Ayer, el presidente de Cáritas de Noia, José Luis Hermo, y el portavoz de los bancos de alimentos de toda Galicia, José Pita, se refirieron a ellos y a la necesidad de que los vecinos se conciencien de que hay que ser solidarios. Hablaban así a media mañana, delante del supermercado Eroski de A Barquiña. ¿Qué hacían allí? Se les entregaban 1.500 kilos de alimentos.

Gracias a un convenio de los bancos de alimentos gallegos con la citada cadena, en el establecimiento de A Barquiña los vecinos, kilo a kilo, juntaron la tonelada y media de víveres, que ayer fue a parar a Cáritas. Hay unos mil litros de leche, doscientos de aceite y otros tantos de azúcar, que eran los tres alimentos que se pedían. También se cuenta con cacao, gallegas y harina.

La cantidad recogida se entregó al banco de alimentos. Pero este, que no da comida a personas físicas sino a colectivos, la donó directamente a Cáritas de Noia. José Pita, su presidente, lo explicaba así: «De la comida nos encargamos nosotros. Queremos quitarle ese peso a Cáritas para que haya más recursos para pagar servicios básicos. El objetivo es que se puedan hacer cargo del pago de recibos de luz, de bombonas de butano... De cosas muy básicas que muchas personas necesitan para sobrevivir».

Precisamente, el presidente de Cáritas de Noia, José Luis Hermo, que daba las gracias al banco, que semanalmente les aporta también productos perecederos como frutas y verduras, reflexionaba: «Si no hay butano o luz para cocinar, ¿qué sentido tiene darles los alimentos?».

«Hay familias a las que no les puedes dar pasta ni arroz porque no tienen butano para cocinar»

José Luis Hermo