Los testimonios de antiguos directores de NCG fueron claves en los pleitos
23 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Desesperados y cansados, titulares de preferentes y subordinadas de la comarca anunciaban hace meses que iban a demandar a NCG. Y lo hicieron. De hecho, en los juzgados de Noia y Ribeira ya salieron algunas sentencias. Y hay un número elevado de preferentistas que ya tienen fecha para sus juicios con el banco. Amén de otros que lograron llegar a acuerdos con la entidad. Recientemente, se hicieron públicos tres fallos judiciales en Noia, que no son firmes y por tanto pueden recurrirse. En todos los casos se le da la razón a los clientes, vecinos de Noia, Porto do Son y Lousame, y se obliga al banco a pagarles los 63.000 euros que habían depositado más intereses -en este caso deben compensarse los que cobraron con los pendientes-.
Las tres sentencias del juzgado noiés son casi idénticas. En todos los casos se condena a la entidad bancaria por «incumplimiento de las obligaciones legales imperativas de información y asesoramiento financiero y por vicio en el consentimiento prestado por la actora». Es decir, que se considera que quienes compraron estas preferentes y subordinadas no fueron correctamente informados. En el fallo queda claro que fueron fundamentales los testimonios de las personas que ejercían de directores en las sucursales en las que se vendieron la participaciones. No en vano, testificaron que no creen que los clientes tuviesen capacidad para comprender lo que contrataron.
Una señora de 90 años
Entre estas tres personas que ganaron sus pleitos con NCG -aunque las sentencias pueden ser recurridas- hay una vecina que tenía 90 años cuando adquirió las subordinadas. Los preferentistas fueron defendidos por los letrados Francisco Iglesias Gandarela y Alejandro Petisco Montes.