Vecinos del núcleo noiés de Taramancos mantienen una lucha constante desde que las máquinas se pusieron en marcha para construir la variante de Noia. Primero se movilizaron para evitar que varias viviendas quedasen aisladas debido a la nueva infraestructura y ahora están en pie de guerra para exigir que se habilite un acceso peatonal que les permita llegar a sus fincas.
Los afectados enviaron un escrito con sus demandas a la Xunta hace un par semanas acompañado de firmas de los residentes en Taramancos, pero la Administración autonómica todavía no les ha dado una respuesta y el tiempo corre en su contra. No en vano, insisten en que se está trabajando sin descanso en la variante y que, si no se hace el paso peatonal ahora, luego, con las obras rematadas, no habrá remedio.
«Tampouco pedimos moito despois da desfeita que nos deixaron na aldea», se quejaba ayer una vecina, que añadió: «Antes tiñamos nove camiños para ir ás fincas e á praia e agora déixannos só cunha pista para os coches».
Aseguran que, si no se atiende su petición, la construcción de la variante les obligará a dar un importante rodeo para acceder a muchas de sus propiedades y consideran que esto podría evitarse fácilmente: «Non cremos que sexa necesaria unha inversión tan grande para facernos un camiño de pé».