Decenas de familias se concentraron frente a la casa consistorial
05 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Después de los sartenazos llegó la calma a Porto do Son. A las caceroladas que en los últimos días hicieron resonar los oídos de los vecinos siguió una concentración silenciosa frente a la casa consistorial de Porto do Son. El objetivo de tan distintas protestas fue el mismo: reivindicar la jornada única para los colegios Santa Irene, Xuño y Portosín. Las asociaciones de padres de los tres centros educativos mostraron su unión. Paraguas y pancartas en mano, se subieron a las escaleras de la plaza del Concello y hablaron de números. De las trescientas familias afectadas, 490 estudiantes y un solo fin: modificar el horario de cara al próximo curso.
El presidente de la AMPA de Portosín leyó un manifiesto en el que recordó los problemas que viven las familias y la necesidad de conseguir de una vez la ansiada conciliación. No en vano, ninguno de los colegios cuenta con servicio de comedor.
Ni el horario ni el día gris fueron impedimento para que la concentración fuera «todo un éxito», tal y como aseguró la vocal de la asociación de padres del Santa Irene, Sofía Tarela:
«Artillería pesada»
«A nosa é demanda é xusta. Estamos preparando a artillería pesada por se a resposta da Consellería de Educación é negativa», añadió Tarela.
Los progenitores no las tienen todas consigo y creen que la Administración les está dando largas. La implantación de la jornada única es una demanda que viene de lejos.
El alcalde de Porto do Son, Luis Oujo, volvió a mostrar su apoyo a las reivindicaciones de los padres y aseguró que el jefe territorial de Educación, Indalecio Cabana, está interesado en mantener una reunión con los afectados. También afirmó que desde la Xunta se está intentando dar solución a esta demanda sin que el coste del servicio de transporte se eleve.
Los padres ya planean un encierro si la Xunta no atiende sus demandas