Unos escalones construidos bajo los soportales provocaron más de un traspié, lo que ya ha llevado al Concello a tomar medidas
15 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Todavía no está acabada, pero la obra para transformar O Curro de Noia en una plaza peatonal ha desatado ya varias quejas por parte de los vecinos. En la primera fase de los trabajos se ejecutaron unos escalones que están resultando problemáticos porque más de un viandante ha ido a parar con sus huesos al suelo al tropezarse en ellos. Al parecer, no se trata de un hecho aislado y el Concello ya ha tomado cartas en el asunto.
Las escaleras en cuestión se encuentran bajo los soportales de O Curro, concretamente entre los portales 23 y 25 de esa céntrica calle noiesa. El desnivel que salvan los peldaños no es demasiado pronunciado, pero estos tienen distintas alturas y, si uno no se fija bien donde pisa, es fácil que dé un paso en falso y acabe cayéndose. Una mujer a la que le ocurrió acabó en el suelo y con el cuerpo lleno de moratones, por lo que no faltan voces que piden que se haga algo para evitar que estas escenas se repitan.
Esto ya ha llegado a oídos del gobierno local. Concretamente, desde la concejalía de Patrimonio, dirigida por el nacionalista Bieito González, se remitió un escrito al arquitecto responsable del proyecto mostrando la preocupación que existe por este asunto: «A solución estética que se lle deu a esa zona parécenos marabillosa, pero temos que velar pola seguridade e parécenos que esas escaleiras entrañan un risco potencial de caída», explicó el teniente de alcalde.
La solución al problema podría estar en señalizar de algún modo los peldaños, pero todavía no se ha tomado una decisión al respecto: «O chanzo en si mesmo non ten problema, pero se non te fixas moito é fácil non velo».