La falta de liquidez por los recortes amenaza la continuidad de Renacer

Ana Gerpe Varela
A. Gerpe RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

La asociación antidroga ha tenido que prescindir de dos trabajadores desde el 2010, otro puesto está en peligro y este año no ha recibido ninguna subvención

24 oct 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

«Si nosotros cerramos, ¿quién hará este trabajo?, ¿qué sucederá en materia de prevención?». La frase es de la psicóloga y directiva de Renacer María Quintela y pone de relieve la amenaza real de desaparición que se cierne sobre la entidad antidroga por falta de liquidez. Está en riesgo la continuidad de una asociación con más de veinte años de lucha en materia de prevención de drogodependencias y contagio del VIH.

Renacer es la única asociación de este tipo existente en Barbanza y, de hecho, María Quintela explica que semanalmente reciben numerosas llamadas anónimas de familias de toda la comarca que ven cosas extrañas en el comportamiento de sus hijos, temen que puedan consumir sustancias estupefacientes y buscan ayuda. Lo mismo sucede con la web que tiene para consultas sobre temas de sexualidad, a la que recurren muchos jóvenes para demandar asesoramiento.

Cada vez menos dinero

La cuesta arriba de Renacer comenzó en el 2010 y la pendiente tiene cada vez obstáculos más difíciles de sortear. Los recortes en las ayudas procedentes de la Administración obligaron a la entidad a prescindir del psicólogo que desarrollaba su trabajo en la Unidad de Asistencia a Drogodependientes y del educador que impartía los cursos de la escuela de padres. Ahora solo trabajan para la entidad tres profesionales: una asistente jurídica y dos psicólogas. Todas ellas llevan sin cobrar desde marzo.

La entidad solo ha percibido este año una ayuda de la Diputación que corresponde a principios del ejercicio 2012 y ya fue justificada. Además, ha visto como, con la crisis, su número de socios desciende, al igual que el número y cuantía de las subvenciones.

Sin ningún ingreso de la Administración para el 2013, con la incertidumbre de saber si recibirán subvenciones este año y qué importe, la directiva se plantea prescindir de otro profesional. No solo eso, afrontar los gastos corrientes del local cedido por el Concello es cada vez más difícil: «Los retrasos hacen que no haya dinero líquido para afrontar pagos». Veinte años en materia de prevención peligran.