La Edad Media sigue de moda en Noia

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO NOIA / LA VOZ

BARBANZA

Marcos Creo

Temperaturas moderadas y las ganas de fiesta ayudan a que la feria noiesa seduzca a miles de personas

21 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La historia no pasa de moda. Sobre todo en verano, cuando abandona las aulas y los libros para tomar vida a la sombra de una buena y asentada celebración. Como la Feira Medieval de Noia, que este año cumple 16 ediciones con una salud de hierro. Y es que la gente tiene ganas de fiesta después de un invierno pasado por agua. Sobre todo si la cita tiene solera... Desde el viernes, las empedradas calles del casco histórico de Noia volvieron a revivir ese ya clásico viaje de julio al pasado medieval de la villa. Aunque no eran muchos los vecinos y turistas que en la velada inaugural decidieron tomar la calle vestidos para la ocasión, sí que eran miles los que ocupaban sus terrazas y acordonaban los puestos montados en cualquier esquina de este escenario empedrado sobre el que recrea esta fiesta en constante crecimiento.

La Feira Medieval demostró, tanto el viernes como ayer, que es un punto de encuentro para gente llegada de toda Galicia, España y parte del extranjero... ya que no eran pocas las personas de habla inglesa que se mezclaron con los oriundos para pasar el día, la noche o la madrugada. El tirón de esta celebración sigue latente. Tal vez por su cercanía a la capital de Galicia con las nuevas infraestructuras, o tal vez por las temperaturas moderadas que desde el viernes hicieron mucho más llevaderas las largas jornadas de comida, bebida, diversión y risas, muchas risas.

La noche y los gatos pardos

Pero si largas son las jornadas de fiesta diurna, no menos duraderas son las nocturnas. Bares, pubs y terrazas no daban abasto... Por eso, fueron muchos los hosteleros que colgaron, por momentos, el cartel de «no quedan vasos, se están lavando. Esperen unos minutos y disculpen las molestias». Y es que por la noche, ya se sabe, todos los gatos son pardos, y en el interior de los locales de ocio nocturnos, las danzas medievales pasaron a un segundo plano para dar cancha a otros ritmos más contemporáneos. Así ocurrió el viernes hasta altas horas, y así, por lo visto hasta el cierre de esta edición, ocurrió esta madrugada.