La costa sufrió graves atentados ecológicos

María Xosé Blanco Giráldez
m. x. blanco RIBEIRA / LA VOZ [3 DE MARZO DE 1988]

FIRMAS

La extracción de arena en las playas de la comarca, por parte de particulares y empresas, era constante en el pasado

03 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Hoy es impensable ver, en una playa cualquiera de Barbanza, a un vecino llenando sacos de arena o, lo que es peor, una grúa cargando camiones; pero hubo un tiempo en el que este tipo de prácticas eran de lo más habitual. Las extracciones masivas que se llevaron a cabo en las dunas de Corrubedo fueron el caso más sangrante, pero no el único de los muchos que se registraron en el litoral de la comarca.

Tal día como hoy de 1988, La Voz denunciaba los «atentados ecológicos» que se estaban cometiendo en Río Azor, A Corna y O Vilar. Por aquel entonces ya se estaban alzando voces contrarias a lo que hasta poco antes se consideraba una práctica habitual. El patrón mayor de Palmeira, por ejemplo, calificaba lo que estaba ocurriendo de «desastre de magnitudes inimaginables».

En aquella época, la extracción de arena ya estaba considerada una ilegalidad, pero los ayuntamientos de la zona se veían incapaces de frenar a los «areneros furtivos». Seis playas de Ribeira, las dunas, tres arenales de Porto do Son Son y otros tantos de A Pobra formaban parte de una lista negra, por ir camino de alcanzar la categoría de «áreas devastadas».

Por suerte, con el paso del tiempo dichas prácticas se erradicaron por completo.