La costa barbanzana registró 40 varamientos de cetáceos

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

SIMÓN BALVÍS

Casi la mitad de los animales hallados en las playas eran delfines

22 ene 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Lejos de ser algo aislado, los varamientos de cetáceos en las costas de la comarca barbanzana se suceden con cierta frecuencia, una afirmación que toma consistencia con los datos aportados por la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma) sobre la llegada de animales a las playas de la zona durante el año pasado. En el 2012, se hallaron un total de cuarenta ejemplares de distintas especies en el litoral barbanzano.

Esta cifra es considerablemente superior a la media anual registrada entre 1990 y el 2011. Durante esa década, el promedio de animales varados se situó en prácticamente treinta ejemplares. Poniendo el dato correspondiente al 2012 en relación con el total de casos cuantificados a lo largo y ancho de la costa gallega, resulta que en Barbanza se produjeron el 13% del total de varamientos documentados por el Cemma en toda la comunidad (221).

En lo que respecta a los datos correspondientes al año pasado, el municipio de la comarca que acumuló un mayor número de varamientos fue Ribeira, con un total de 19, seguido de Porto do Son, con ocho, y Muros, donde se dieron siete casos.

De los municipios costeros de Barbanza, hubo cuatro en los que, según los datos del Cemma, no varó ningún animal marino.

Especies más frecuentes

La coordinadora también aporta información sobre las especies que, con mayor frecuencia, acaban, casi siempre muertas, en las playas de la zona. Esta estadística la encabeza, con una gran ventaja, el delfín común, que protagoniza casi la mitad de los registros (45%).

Otra de las clases de mamíferos marinos que aparecen con frecuencia en las costas barbanzanas es el arroaz (13% de los casos) y otros cetáceos como la marsopa o el calderón. A lo largo del 2012 también aparecieron varados en la comarca un lobo marino no identificado y una tortuga, aunque destaca la presencia de un zifio de Sowerby, una especie registrada por primera vez en Galicia desde al año 1990.

Causa de las muertes

Aunque el ejemplar de zifio de Sowerby estaba vivo cuando varó en la costa, la mayoría de los cetáceos que aparecen en las playas están muertos, y muchos de ellos en avanzado estado de descomposición, lo que dificulta establecer la causa de la muerte. Con todo, se han detectado casos en los que esta se debió a la captura accidental del animal en faenas pesqueras y, en otros, a enfermedades naturales.