El patrimonio de Rianxo crece con el hallazgo de un petroglifo inédito

Marta Gómez Regenjo
Marta Gómez RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

El grabado consta de dos grupos de cazoletas y está próximo a Os Campiños

11 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Pese a que hay un buen número de estudios publicados sobre la riqueza arqueológica con la que cuenta el municipio de Rianxo, y a que son un buen puñado los bienes que ya están catalogados, parece evidente que los parajes del término todavía esconden muchos tesoros en forma de grabados prehistóricos sobre piedras milenarias. No en vano, hace unos meses se halló, por casualidad, un petroglifo inédito que ha venido a engrosar el patrimonio cultural desperdigado por los montes del concello.

En una gran roca oculta entre la maleza a escasos metros de una pista forestal se encuentra la última incorporación al listado de bienes arqueológicos rianxeiros. No resulta extraño que, a estas alturas del siglo XXI, siguiera siendo un recurso desconocido para estudiosos y expertos en la materia teniendo en cuenta que, para llegar hasta él, hay que abrirse paso entre arbustos de una altura más que considerable.

El petroglifo en cuestión está formado por dos grupos de cazoletas -una especie de agujeros realizados en la piedra-, que se encuentran a distintas alturas, y unos surcos que forman un dibujo circular.

Los entendidos en arqueología califican este petroglifo como «interesante», aunque todavía está pendiente un estudio en profundidad de los grabados para saber algo más sobre la importancia que puede tener este hallazgo.

Cronología

En cuanto a la antigüedad de este nuevo ejemplo de arte rupestre, y ante la falta de evidencias materiales que permitan situar con mayor precisión la fecha en la que fue realizado, se vincula con la época neolítica y calcolítica, lo que supone que tendrá unos 4.000 años, una datación en sintonía con la zona donde fue encontrado.

No en vano, el nuevo petroglifo está a escasos metros de una de las joyas del megalitismo rianxeiro: la necrópolis de Os Campiños. Además, se encuentra cerca de otro importante conjunto de grabados conocido como A Foxa Vella, y tampoco está lejos de los petroglifos del monte Pelotiño, situados al otro lado de la autovía barbanzana a su paso por la zona de la parroquia de Asados. Es más, hay quien señala que, posiblemente, «nesta zona hai máis penedos con gravados por aí agochados».

Puesta en valor

El hallazgo del petroglifo coincidió en el tiempo con las tareas de puesta en valor de las mámoas de Os Campiños, un yacimiento en el que se llevó a cabo una limpieza en profundidad que permitió sacar a la luz seis túmulos que, hasta ese momento, y desde hacía décadas, permanecían ocultos bajo una espesa capa de vegetación. Fue precisamente una de las personas que participaba en estos trabajos la que reparó en una gran roca situada en un alto junto al camino y que resultó esconder los dibujos prehistóricos.

Será difícil que, a corto plazo, pueda hacerse una intervención similar a la de Os Campiños en el entorno donde aparecieron los grabados para su recuperación, aunque el primer paso para su conservación será incluirlos en el catálogo de bienes arqueológicos del concello, que en la actualidad está compuesto por más de un centenar de recursos.