Las tragaperras son el botín favorito de los cacos en Ribeira

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO RIBEIRA / LA VOZ

BARBANZA

CARMELA QUEIJEIRO

Las empresas que gestionan las máquinas afrontan los robos con unos impuestos elevados y cada vez menos beneficios

11 oct 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Las luces y sonidos que emiten las tragaperras no solo seducen a los clientes de los bares que deciden jugarse algunas de las monedas que llevan en sus bolsillos. Los ladrones también se dejan hechizar por este juego, pero sin respetar las reglas. Una prueba de esto es que los robos en este tipo de artefactos no han dejado de sucederse desde hace semanas en Ribeira, tanto que hasta algunos hosteleros se están planteando retirarlas de sus establecimientos por los quebraderos de cabeza que ocasionan.

Uno de los hosteleros que más ha sufrido en su local estos delitos relata como los amigos de lo ajeno «localizan las máquinas que tienen un cajón concreto para el dinero que no les cuesta abrir. Lo hacen en pocos segundos y se llevan lo que encuentran». Mientras, un portavoz de una de las empresas que gestiona máquinas tragaperras en la comarca, y sobre todo en Ribeira, revela que una de las medidas que ya han adoptado es recoger con mayor frecuencia la recaudación. Además, añade, «muchas máquinas no tienen seguro, ya que el impuesto que pagamos es muy alto y los beneficios son cada día más escasos, y eso que cada una cuesta unos 4.000 euros».

Este empresario declara que la tasa de juego que se paga a la Administración hay que abonarla trimestralmente y por adelantado, lo que también supone un duro golpe para su cuenta corriente. «No sabemos qué hacer, las pérdidas se suceden», concluye. Mientras, en la Policía Nacional prosiguen con las investigaciones y, por el momento, tienen constancia de que se trata de varios individuos que actúan por separado y a los que se está siguiendo muy de cerca.