La difícil relación entre los que viven del monte y los lobos

La Voz

BARBANZA

14 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La muerte de tres lobos por trampas en Barbanza ha reabierto el debate sobre la difícil convivencia que desde siempre ha existido entre los colectivos que viven del monte y los lobos que lo recorren. La política que la Xunta tiene a la hora de afrontar la existencia del híbrido en esta sierra también sigue siendo motivo de polémica.

¿Dónde nace el origen de las trampas?

La investigación señala que uno o más ganaderos son presuntamente los responsables de colocar las trampas que han terminado con la vida de tres lobos. Esta suposición no sería descabellada si atendemos a las protestas que desde siempre ha hecho este colectivo por las pérdidas que dicen esta especie les genera con sus ataques al ganado.

¿Qué revela la investigación?

Por lo visto, hasta ahora no es un problema puntual, sino que parece que las trampas proliferan por diferentes puntos de la sierra, lo que evidencia la voluntad de quienes ponen estos lazos de acero de terminar no solo con el híbrido, sino también con el ibérico, ya que las trampas no diferencian entre unos u otros y todo apunta que intentan evitar que ataquen al ganado mostrenco que existe en la sierra.

¿Se puede hablar de un censo poblacional concreto?

Resulta imposible. De los ibéricos no existe constancia, pero de los híbridos el número que se estima puede ser inexacto por el riesgo que tienen de caer a diario en las trampas que hubo y todavía quedan.

¿Cómo justifica la Xunta su política de eliminación de los híbridos?

Alega que son animales contaminados genéticamente y que al estar sueltos pueden alterar la especie de los ibéricos si procrean. Se trata de una estrategia de prevención que, tal y como anuncian fuentes de la Consellería de Medio Ambiente, es arriesgada y nunca vista antes en Galicia. Mientras, colectivos ecologistas como Axena mantienen su rechazo a estas medidas poniendo sobre la mesa argumentos de peso. Sobre las trampas ilegales encontradas, sobra decir que las rechazan.