La brujería sigue teniendo protagonismo en Muros

J. M. Sande MUROS / CORRESPONSAL

SANTA COMBA

Signos de prácticas esotéricas, sin restos de animales muertos, aparecieron esta vez en una pista de Fonte do Bico

20 mar 2012 . Actualizado a las 12:08 h.

Un nuevo rito de brujería, invocación al ángel caído o práctica esotérica se puso de relieve el pasado fin de semana en Muros. En la encrucijada de caminos de Costa Grande, en el punto conocido como Fonte do Bico, aparecieron signos evidentes de la realización de una práctica de invocación a los espíritus. Así, a ambos lados de una pista forestal, pero en su intersección con la carretera comarcal a Santa Comba, se podían apreciar en la mañana de ayer dos acopios de elementos utilizados habitualmente en sesiones de brujería.

A un lado de la calzada se habían depositado tres rosas rojas, una botella de cava mediada, una caja grande de cerillas, todas quemadas, y dos cigarrillos, también consumidos. Al otro lado de la entrada en la pista, había una botella de tónica que contenía aguardiente, un puro, una vela roja y una caja grande de cerillas sin usar.

Otros elementos

En este caso no se apreciaba ave alguna muerta, elemento también habitual en este tipo de ritos, quizás porque no la habían utilizado en esta ceremonia, o por que ya algún animal salvaje se apropió de ella. Tampoco se veían, a simple vista, restos de cabellos humanos, útiles también frecuentes en este tipo de aquelarres.

Este hallazgo, por llamativo que parezca, no es un hecho anecdótico en la comarca muradana. En varias ocasiones, tanto en cementerios, como en cruces de caminos, han podido verse elementos similares en varias ocasiones. En las necrópolis de Louro y de San Mamede, así como en varios parajes forestales, han aparecido, en los últimos años, vestigios de actos satánicos de esta naturaleza. Algunos vecinos opinan que se trata de acciones de brujería de procedencia hispanoamericana, dados los elementos usados.

En cuanto a la finalidad de recurrir a estos ritos hay diversidad de opiniones, desde los que piensan que es una invocación al ángel caído, para conseguir lo que no se ha logrado al recurrir a Dios, a los que creen que son acciones para perjudicar a alguien.