Después de haber trabajado como auxiliar administrativo, Jesús Rodríguez, estuvo dos años en el paro. Residente en Noia, aunque ha vivido en el País Vasco y en Santiago, afirma que Amicos fue una tabla de salvación porque le proporcionó la oportunidad de tener de nuevo un empleo: «Lo que más me importaba era tener un trabajo».
Ahora se dedica a una actividad muy distinta, ya que trabaja en el ramo de la construcción, concretamente en la empresa Properdis, una sociedad de inserción laboral constituida por la entidad Amicos el año pasado: «En la vida es necesario aprender a hacer de todo para salir adelante».
Cuando comenzó en la empresa no sabía nada sobre aspectos constructivos: «Me inicié como peón y poco a poco voy aprendiendo». En la empresa hay otros siete trabajadores más, con los que afirma tener una buena relación.
Previamente, estuvo en el vivero de plantas de Amicos, donde también tuvo la ocasión de adquirir nuevos conocimientos. Lo suyo es un reto constante: «Siempre hay muchas dificultades que superar».