Carlos Saborido y su esposa abrieron su tienda hace casi un año con la intención de ofrecer artículos de moda que se salieran de lo que podía verse en otros comercios, aunque el negocio acabó ampliándose hacia el arte gracias a autores que exponen en el local para vender sus obras.
-¿Por qué se decidieron a abrir una tienda de complementos?
-Mi mujer y yo trabajábamos en Santiago pero teníamos la idea de abrir nuestra tienda aquí y, con el nacimiento de nuestra hija, decidimos hacerlo. Es un negocio en el que podemos ejercitar la imaginación para ofrecer cosas nuevas a los clientes.
-¿Cual va a ser la tendencia para la próxima temporada?
-Nosotros lo que intentamos es traer cosas distintas a lo habitual. El adjetivo que define la tienda sería ecléctico: hay cosas desenfadadas, chic, del clásico más rompedor... No me gusta encasillar. Los términos que definen la moda me parecen muy tópicos y manidos.
-¿Visten bien los barbanzanos o les daría algún consejo?
-Supongo que todos podemos mejorar nuestra forma de vestir, pero cada uno va bien si se siente cómodo y acorde con su gusto. Yo soy vendedor de moda, no un gurú de la moda.
-¿Cómo surgió la idea de hacer exposiciones de arte?
-Al margen de la actividad comercial, quisimos promocionar el arte y la cultura. Ahora tenemos doce cuadros de Leandro Lamas.