El Serralves exhibe el proceso creativo de Álvaro Siza a través de 27 proyectos

Xesús Fraga
xesús fraga REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

alvaro siza

El museo propone desde el dibujo una nueva interpretación de su arquitectura

02 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El museo Serralves de Oporto recibió el año pasado el depósito del archivo de Álvaro Siza, nombre clave de la arquitectura en la segunda mitad del siglo XX en Portugal y responsable, entre otros muchos, del proyecto de este centro de arte contemporáneo. De entre los miles de documentos recibidos, se han seleccionado casi un centenar que muestran, a través de 27 obras -todas ellas ubicadas en el norte del país vecino-, el proceso creativo de Siza, sintetizado en su herramienta más preciada: el dibujo.

La mente y la mano de Siza se conectan para traer a la vida sobre el papel el encargo recibido. Los primeros bocetos preliminares, que se van depurando a medida que se concreta el proyecto, así como los detalles constructivos, son la mejor vía para desentrañar la génesis y evolución de la arquitectura de Siza. Tanto, que los responsables de la muestra, comisariada por el también arquitecto André Tavares, la han nombrado Matéria-prima porque entienden que ofrece puntos de vista nuevos para interpretar y entender la carrera de Siza.

De este modo, los bocetos, anotaciones, correspondencia, comunicaciones oficiales y otros documentos que revelan la intrahistoria de edificios como la casa Alcino Cardoso (1971-1973), la Facultad de Arquitectura de Oporto (1987-1993), el complejo residencial de la Avenida da Boavista (1990-1998) o el propio Serralves (1989-1999), dialogan con el testimonio directo del método mental del arquitecto, en el que el dibujo opera como una extensión de su pensamiento. Son especialmente significativos los descartes, es decir, todas las opciones que Siza baraja en un proyecto hasta que se decanta por una de ellas. Matéria-prima, que permanecerá abierta hasta el 18 de septiembre, permite seguir esa progresión desde el germen de la idea hasta la conclusión del encargo. Otra faceta de gran interés es la que revela la minuciosidad de Siza en cuanto a los detalles constructivos, con dibujos centrados en los trabajos de carpintería en madera, que el arquitecto defendió a capa y espada contra quienes la reemplazaban por el aluminio.

Por último, además de la evolución de cada construcción, hay que añadir otra, la del propio arquitecto, comprendida entre sus cuatro viviendas en Matosinhos de entre 1954 y 1957 y la casa Armando Passos, en Oporto, que data de la década pasada. El recorrido expositivo dedica una atención preferente a la actividad de Siza en los años inmediatamente posteriores a la Revolución de los Claveles, en 1974, cuando se dedicó a la vivienda social a gran escala mediante el Serviço Ambulatório de Apoio Local, que tuvo Oporto como escenario preferente, aunque también Évora, Berlín y La Haya. Las necesidades de estos programas obligaron a Siza a desarrollar una capacidad inventiva y experimental que a la vez fuera compatible con la racionalización de recursos y ejecución. Dos facetas que también se aprecian a través de sus dibujos.