Fomento reabre al tráfico el vial de acceso desde Baión al Hospital do Salnés

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILANOVA DE AROUSA

MONICA IRAGO

El desprendimiento de una roca de enormes dimensiones obligó a cerrarlo en octubre y levantó ampollas entre Varela y Durán

10 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El 22 de octubre del año pasado, una enorme roca caía sobre el vial de acceso que comunica Baión con el vial del Puerto y el Hospital do Salnés. Afortunadamente ningún vehículo transitaba en aquel momento por el lugar y no hubo que lamentar heridos. La carretera estuvo cortada al tráfico desde entonces. Hasta ayer, cuando Fomento decidió reabrirla tras finalizar las obras para estabilizar el talud, que amenazaba con más desprendimientos.

De las dificultades de la obra da buena fe la importante inversión que se ha tenido que realizar, y que alcanzó nada menos que los 250.000 euros. Los trabajos incluyeron los estudios técnicos necesarios para la definición de la solución técnica, la retirada y saneo del material movilizado y la estabilización del talud mediante la colocación de una malla de triple torsión reforzada con cables. Además, se instalaron una red de cables de acero de alto límite elástico y bulones de anclaje pasivos, según apuntan fuentes del Ministerio de Fomento.

La intervención se completó con la reparación del firme deteriorado por los desprendimientos, la reposición de la señalización horizontal y el acondicionamiento de la cuneta del drenaje longitudinal. Falta únicamente el pintado de la carretera para completar los trabajos.

Conflicto y temeridad

La decisión de cerrar la carretera levantó ampollas entre los alcaldes de los dos municipios afectados, que tenían puntos de vista distintos sobre las medidas a tomar. El vial está situado en el concello de Vilagarcía, pero es utilizado sobre todo por los vecinos de Baión, que pertenece a Vilanova, y debían dar un notable rodeo, de alrededor de cinco kilómetros. Alberto Varela defendió desde un principio la necesidad de mantener la carretera cortada ante el peligro de nuevos desprendimientos. Una decisión que venía avalada por los técnicos que evaluaron el talud.

En el bando opuesto, el alcalde vilanovés Gonzalo Durán defendía que la circulación por el vial de Baión era perfectamente viable y segura si se colocaba señalización advirtiendo del riesgo de desprendimientos. De hecho, el regidor de Vilanova llegó a ordenar la reapertura de la vía en cuanto se retiraron los cascotes. Solo unas horas después, el socialista Varela acusó a Durán de temeridad y ordenó de manera tajante que se volviera a cerrar ante la amenaza de que nuevos desprendimientos produjeran una desgracia. Hubo que esperar varios meses más para que comenzaran las obras de reparación del talud, que ayer se dieron por finalizadas, casi seis meses y medio después de que se produjera el incidente.