La cuesta de enero se ceba con las lonjas arousanas

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

VILANOVA DE AROUSA

MARTINA MISER

El batacazo que empezó en Navidad se prolonga, agudizando los malos resultados de un mes que ya suele ser de los más flojos

14 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Este año, la cuesta de enero está siendo especialmente empinada para el sector del mar arousano. Este suele ser un mes corto de ventas y de precios, reconocen en las lonjas. Pero el panorama en el arranque del 2017 está siendo desolador, mucho más frío y pobre que en años anteriores. «Precios coma os destes días non os houbo en todo o ano pasado», sentencian desde varias lonjas de la orilla sur de la ría.

El gran batacazo llegó, en realidad, mucho antes de que acabasen las fiestas. Justo antes de Nochebuena, cuando los precios de los bivalvos deberían vestirse de fiesta y dispararse hacia lo más alto de la tabla, ocurrió justo lo contrario: las cotizaciones se desplomaron sin que nadie lograse entender el porqué de aquel comportamiento anómalo. Hay quien apunta a que el mercado se saturó al reservar muchas cofradías sus mejores productos y sus mayores topes para esas fechas. Y hay quien responsabiliza de lo ocurrido entonces a la entrada de producto foráneo.

Fuese cual fuese la razón de aquel desplome, la situación ha empeorado con el final de las fiestas. «Os compradores quéixanse, din que teñen as depuradoras aínda cheas de marisco», explicaban ayer desde al cofradía de O Grove. En la lonja de O Corgo, el precio de las distintas especies de almeja ha caído alrededor de cuatro euros en kilo, alcanzando unas cifras ridículas. Por esa razón, desde que arrancó el año las mariscadoras han renunciado ya a tres jornadas de extracción de marisco, que han cambiado por días para realizar limpiezas, resiembras y otros trabajos de mantenimiento de los bancos marisqueros.

En Cambados tampoco están satisfechos con unas cotizaciones que son peores que las de otros eneros. «Sempre foi un mes malo, pero este é especialmente malo», señalan desde la lonja de Tragove. Todos los tipos de almeja están a precios de saldo, como si las rebajas se hubiesen instalado también en las salas de subastas.

Las circunstancias

En Vilanova, la patrona mayor, María José Vales, se lamenta de las cotizaciones de mínimos en las que se han acomodado las subastas. Los precios tan bajos son un serio problema para los productores, especialmente para aquellos que en estos momentos trabajan en la campaña de libre marisqueo y que se encuentran con serios problemas para hacer los topes de marisco. Entre la escasez de producto y las cotizaciones, los mariscadores «sacarán uns corenta euros por día», una cantidad a la que hay que descontar el gasóleo y otros gastos. Para ellos, enero se está haciendo muy cuesta arriba.