Vista Real acogerá a partir del día 27 un curso para enseñar las claves del manejo de esta nueva tecnología
21 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Vista Real (Vilanova) se está convirtiendo en un centro formativo que apuesta por la innovación. Para muestra, el curso de manejo de impresoras 3D que a finales de mes impartirá en este recinto Manuel Guillermo Fraga. Esta iniciativa, nos cuenta, es pionera en la provincia. Los interesados aún están a tiempo de inscribirse.
-¿Cuáles son los objetivos de este curso?
-En general, la gente sabe trabajar materiales como la madera y el metal. A poco que seas un poco manitas puedes hacer cosas con esos materiales. Sin embargo, no pasa lo mismo con el plástico, quizás porque hasta ahora no ha habido herramientas para ello. Pero ahora las tenemos: las impresoras 3D. En el curso enseñaremos a usarlas para que los alumnos puedan diseñar piezas para distintas aplicaciones.
-¿Por ejemplo?
-En uno de los cursos que di, una alumna que era fotógrafa y amante de la observación de estrellas hizo una pieza que le permite adaptar su cámara al telescopio. Otra que era profesora diseñó unas piezas de juego para reforzar el aprendizaje en distintas ramas...
-Supongo que el manejo de esa tecnología mejorará el currículo.
-Sí, sin duda. Y abre posibilidades y puertas. Manejar esta tecnología puede resultar interesante para artistas y para gente que está en el paro, que puede encontrar nuevas vías de negocio. Por ejemplo, si sabes trabajar la madera y dominas también esta tecnología puedes crear muebles innovadores. O, simplemente, hasta ahora cuando se te rompe algo de plástico lo tiras, porque no sabes arreglarlo. Con una impresora 3D -ahora las hay por 700 euros en el mercado- puedes arreglarla, o hacer la pieza que falla...
-Esa es la parte buena, ¿hay parte mala?
-La impresión 3D es una herramienta. Un martillo lo puedes usar para darle un golpe a alguien y también para crear una obra de arte. Pues en este caso es lo mismo. Es verdad que se puede usar para hacer una pistola, pero también se utiliza para hacer prótesis para las personas que las necesitan. Además, el proceso, aunque es sencillo, no es tan fácil como se puede pensar. De momento es un proceso artesano, muy manual.