Los montes arousanos se desangran en un sinfín de pleitos por los lindes

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

VILANOVA DE AROUSA

Comunidades y particulares se denuncian mutuamente por usurpar los terrenos

10 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Sin ánimo de dar o quitar razones, que para eso están los juzgados, lo cierto es que no hay comunidad de montes en la comarca que se libre de un problema de deslinde. En la mayoría de los casos son las directivas las que acusan a particulares de haberles usurpado terrenos, pero en otros, son los particulares los que denuncian a los comuneros por haberse quedado con fincas que, a su entender, son privadas. Y eso sin olvidar a las que luchan entre sí por un palmo más o menos de tierra.

Curioso es el caso de Rubiáns. Según la directiva, más de uno se aprovechó de que durante muchos años no hubo comunidad de montes y se quedaron con terrenos que son públicos y que ahora la entidad que preside Xurxo Abuín quiere recuperar, lo cual no es tarea fácil. El conflicto se retrotrae a finales de la Guerra Civil cuando, según Abuín, un terrateniente ocupó cinco hectáreas del monte de Soutelo en las que plantó pinos. Cuando el pueblo se sublevó y decidió cortarlos, cuarenta vecinos acabaron presos. Por eso no extraña ahora a la directiva que si en 1955 un individuo se apropió de terrenos comunales y los vendió a un particular, nadie haya hecho nada. Había miedo. Ahora se quiere llegar a un acuerdo con el que dice ser el propietario. Con ese y con otros, pero pasar por los juzgados es inevitable, y vivir «enfrontamentos dramáticos», como los llama Abuín, también. De 44 hectáreas que tiene el monte comunal de Rubiáns, nueve están en esta situación.

Punta Moreiras

Más grave es todavía el caso de O Grove, porque afecta al museo de la salazón, construido en unos terrenos que la comunidad de montes de San Vicente cedió al Concello y que ahora reclaman dos particulares, uno que dice ser propietario de la zona de aparcamiento y otro, de una de las naves del museo. Al menos en el segundo caso, el litigio está pendiente del dictamen de un perito independiente encargado por el juzgado.

En Vilanova, las comunidades de San Miguel y Tremoedo están a punto de llegar a los juzgados por una tala de árboles. Los de Deiro acusan a los segundos de haberla hecho sin permiso, con nocturnidad y alevosía, y así lo denunciaron en la Guardia Civil.

Y así están las demás. La de Cea ya fue cuatro o cinco veces a los juzgados, «e sempre gañamos, pero aínda quedan outros tantos preitos e saen carísimos», sostiene Julián Abuín, su presidente. La de Dimo, en Catoira, trata de solucionarlo por las buenas. «Nós aínda non fomos ao xulgado, pero imos ter que ir», admite José Antonio Castiñeiras. En cambio, Tourís, de András cree que no vale la pena pleitear. Y eso que motivos, los tiene.

Xurxo Abuín, de Rubiáns, reconoce que los enfrentamientos «dramáticos» son inevitables.