El Cadillo añade el trapicheo de hachís, heroína y pastillas a su historial de acusaciones
VILAGARCÍA DE AROUSA
El saqueador también le prendió fuego a la casa abandonada que compartía con otros dos individuos
25 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Hacía tiempo que el Cadillo, el individuo que hace unos meses se ganaba a pulso el título de saqueador de viviendas y negocios más activo de Vilagarcía, con medio centenar de detenciones a sus espaldas, no salía en los papeles. El relativo anonimato en el que J. I. P. L. -las iniciales del sujeto que viste este sobrenombre- habitó los últimos meses se quebró este fin de semana, cuando fue detenido de nuevo por agentes de la Policía Nacional.
Lejos de lo que podría suponerse, su arresto no tuvo nada que ver con uno de aquellos asaltos que lo hicieron célebre, sino con una nueva actividad delictiva que engrosa su amplio historial de acusaciones: el tráfico a pequeña escala de hachís, cocaína, heroína e incluso pastillas de Trankimazín, sustancias todas ellas que el Cadillo había preparado para su venta al menudeo.
La policía encontró en su poder una veintena de papelinas, listas para su colocación en la calle. Probablemente, como trapichero al servicio de quien verdaderamente controla el negociado. En todo caso, el Cadillo fue puesto a disposición judicial para quedar a continuación en libertad.
La acusación de un delito contra la salud pública no es la única a la que el inquieto asaltante, oriundo de Cornazo, se hizo acreedor en los últimos días. El Cadillo también trató de incendiar una vivienda abandonada que compartía junto con otros dos individuos en la zona de Os Duráns. El fuego pudo ser atajado antes de que ganase unas dimensiones verdaderamente peligrosas, en lo que parece ser un acto de venganza contra el resto de los habitantes esporádicos de la casa en cuestión.
La última ocasión en la que las andanzas del saqueador ganaron conocimiento público se remonta al 11 de marzo, cuando el Cadillo era arrestado por la Policía Nacional cuando trataba de huir del bar O Paseo tras romper uno de sus ventanales. Media hora después de prestar declaración, era sorprendido escalando la fachada de una vivienda.