"Eloy fallounos", dice el presidente arlequinado de la espantada del canterano
27 jun 2017 . Actualizado a las 13:46 h.El duro golpe sufrido por la espantada de Eloy Fariña, descolgándose con la exigencia de un aumento de sueldo una semana después de haber acordado con el club las condiciones de su renovación, tenía esta mañana su contrapartida en el anuncio por parte de la comisión deportiva del Arousa de la renovación de Sergio Santos.
Con el de mediocentro de Porriño, pretendido por más de un equipo de superior categoría, el conjunto arlequinado mantiene al hombre que se había encargado de llevar al terreno la idea de juego pretendida por Jorge Otero para el Arousa desde su llegada al banquillo de A Lomba el pasado verano.
"Eloy fallounos", dice Manolo Abalo de la espantada del canterano
Raro es el verano en que no engorde la legión de equipos damnificados por esos jugadores que donde dije digo, digo Diego. Clubes que se encuentran con un problema inesperado cuando el futbolista de turno les da calabazas por otro después de haber comprometido su palabra en espera de firmar una ficha federativa por la que, sin contrato profesional de por medio, toca aguardar hasta el 1 de julio. Lo que nunca habrían sido capaces de imaginarse en la desde la llegada de Manolo Abalo aseada casa arlequinada es que algo así les acontecería a ellos. Pero mucho menos, que les sucedería con Eloy Fariña Maciel. El estandarte de la cantera vilagarciana, que tras seis temporadas consecutivas figuraba como el jugador con más tiempo en el vestuario de A Lomba pese a sus escasos 23 años. Un ciclo en el que disputó 14.084 minutos de Liga, con 25 goles en su haber.
La comisión deportiva del Arousa, a través de su portavoz, Eduardo Carregal, informaba en la mañana de ayer de la baja de Eloy «por decisión propia del jugador, después de haber roto el compromiso verbal de renovación para la temporada 2017/18 al que habían llegado ambas partes el 13 de junio». Un acuerdo de continuidad que, «por mutuo acuerdo», fue hecho público a través de los medios de comunicación el día 15.
En su comunicado de prensa, el Arousa traslada «nuestra sorpresa e indignación por la decisión tomada por el jugador, ya que consideramos que la palabra está por encima de cualquier firma, y lamentamos que un jugador como Eloy, considerado en alta estima en todos los aspectos por nuestro club, y siendo uno de los capitanes del equipo, tomase esta decisión».
Si bien desde A Lomba se omitieron los detalles del caso, tanto Carregal como el presidente del club, Manolo Abalo, no tuvieron inconveniente en explicar el encadenamiento de los hechos que han llevado a Eloy a abandonar la que es su cuna futbolística. Y a falta de conocer la versión del jugador, con el que esta redacción intentó ayer contactar sin éxito, la causa de su marcha no es otra que la de pretender un aumento de su contraprestación económica solo una semana después de haberla pactado y cerrado con el club.
Ni con mediación presidencial
«O día 13 reunímonos con Eloy, e da xuntanza acordamos a súa renovación. O ano anterior subirámoslle o soldo, polo seu bo rendemento, porque o merecía. Desta volta ofrecémoslle manter a cantidade, co compromiso de revisala en decembro en función do seu nivel no campo», relata Eduardo Carregal. «Houbo un acordo, e co permiso de Eloy, anunciamos a súa renovación aos medios de comunicación xunto coa continuidade doutros xogadores». De ahí la sorpresa en las oficinas de A Lomba cuando el pasado miércoles «Eloy quixo falar connosco. Díxonos que quería máis diñeiro. Deuse a circunstancia de que ese día estaba Jorge Otero no club. Jorge díxolle a Eloy que é un xogador importante, que non viña dunha boa tempada como a anterior, pero que confiara e seguía confiando nel». Ante la posición inamovible de Eloy, el presidente arlequinado intentó convencerlo un día después. Sin éxito.
Carregal defiende que «non podemos andar con estas tonterías, que renoves, e despois veñas pedindo máis. Para min a palabra está por enriba de calquera sinatura. Dóeme moitísimo vindo de Eloy. Trabucouse totalmente».
En la misma línea se manifesta Manolo Abalo, que comparte versión y dolor con Carregal. «Aquí estamos todos sorprendidos. Eloy fallounos», se lamenta el presidente arlequinado, que destaca que «sempre o tratamos coma un fillo, o máis valorado. Chegou a un acordo connosco, e non me parece de recibo que despois veña coaccionando. Eu tratei por todos os medios de reconducilo».
Abalo lanzó ayer también un segundo aviso a navegantes: «Cando eu vexo que sae en prensa que un xogador está asinado por outro equipo, nunca lle vou facer unha oferta, a non ser que o xogador mo desminta, e eu chamaría entón ao correspondente club para preguntarlle. É verdade que Eloy ten moita culpa, pero tamén o club que ficha a Eloy».