El furancho pasa de la hoja de laurel al GPS

Begoña Rodríguez Sotelino
begoña r. sotelino VIGO / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

XOAN CARLOS GIL

Un grupo de amigos de Vilagarcía creó la web que geolocaliza los locales con aportaciones de usuarios

21 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace seis años, ya siendo asiduos de los furanchos y precisamente por eso, un grupo de amigos de la zona de O Salnés decidieron poner solución al misterio que rodea a estos establecimientos efímeros en cuanto a la dificultad que supone saber dónde están y ayudando a la hoja de laurel en la puerta para encontrarlos. «Como todo el mundo sabe, es algo que va de boca en boca y pensamos que sería buena idea ubicarlos de otra forma. Varios de nosotros estamos relacionados profesionalmente con nuevas tecnologías y desarrollo web y en esa época empezaba el bum de las redes sociales, así que decidimos reunirnos y entre todos, conforme íbamos visitándolos como clientes, los fuimos localizando en un mapa para añadirlos a la web», cuenta Fernando Portomeñe. Con él se pusieron manos a la obra un cohesionado grupo de amigos que lo son desde sus años de estudiantes en el colegio José Antonio y el IES Calvo Sotelo de Vilagarcía: Antonio Flórez, que es ingeniero; el arquitecto técnico Miguel Vázquez, el programador Alejandro Torrado, el piloto de vuelo Carlos Gómez, y los hermanos Julio y Jesús de la Iglesia, desarrollador web y licenciado en Bellas Artes respectivamente. Su labor fue el germen de la página https://defuranchos.com/es/ que se nutre también de las aportaciones y actualizaciones de los internautas.

«Con el tiempo unos se iban a trabajar o a estudiar fuera y ya no podíamos dedicarnos a ello con la misma intensidad, así que para no perder la página, se hizo cargo de ella la empresa para la que yo trabajo, Desafío Digital. Seguimos estando detrás haciendo mejoras, pero de otra manera, porque por ejemplo, para temas legales de protección de datos de los usuarios no podíamos gestionarlo como particulares, explica.

Al principio, cuenta, se pusieron en contacto con la decena de asociaciones de furancheiros que existen organizadas por zonas y que están sobre todo en el sur de la provincia de Pontevedra, para que ellos mismos aportasen información para la web. Pero legalmente no pueden hacer publicidad. «La normativa no lo permite por temas de competencia desleal. Otra cosa es que una persona vaya como cliente, informe de su existencia y de paso, si quiere, opine sobre él. Hacerlo en la web es muy fácil. Te registras en la página y lo subes. Todo es gratuito. No hay un interés económico detrás. La finalidad es solo darlos a conocer. Facilitar la tarea de encontrarlos. De hecho siempre pedimos la localización a través del GPS. Si no, no lo subimos», asegura Portomeñe. En la entrada que titulan Llegar a un furancho o morir en el intento, reproducen con humor la hilarante charla con un paisano indicando cómo llegar a uno

La web también sirve para desbrozar y despejar dudas. «A veces la gente cree que son furanchos los que no lo son. Los confunden con tascas de carácter enxebre».

La web sirve también para explicar a los neófitos, qué son los furanchos y cuál es su historia. El enlace que lleva al usuario a la normativa que regula su funcionamiento, publicada en octubre del 2012 en el DOG lo explica muy bien: «Los furanchos, también conocidos como loureiros, nacieron como fórmula para poner en circulación los excedentes de la cosecha de vino elaborado para consumo propio, respondiendo así a una tradición del rural gallego cuyo origen tiene una localización geográfica concreta. La normativa del año 2008, que los consideraba como verdaderas empresas de restauración, desvirtuó su verdadero carácter y esencia como parte de la cultura de Galicia».

Y añade que se consideran furanchos los locales utilizados principalmente como vivienda privada pero donde sus propietarios venden lo antes dicho, el excedente del vino de la cosecha propia, elaborado en casa para su consumo particular, junto con las tapas (que también fija la Xunta y pueden elegir entre 11), que como productos alimenticios preparados por ellos, sirvan de acompañamiento.

Actualmente tienen marcados con todos sus datos útiles un total de 135 furanchos en toda Galicia. La mayoría (79), se reparte por los alrededores de la comarca de Vigo y su área metropolitana. Le sigue O Salnés, con 42. Ahora es fácil saber dónde están y disfrutarlos por tiempo limitado. Según marca el decreto, del 1 de diciembre al 30 de junio.

La normativa

El vino suministrado no puede ser embotellado sino que debe proceder del barril directamente. Podrán ofertarse hasta un máximo de cinco tapas escogidas de entre las 11 que indica la normativa de la Xunta.