En un emotivo acto de botadura de la nueva trainera del club se ensalzó el espíritu de «un deporte de ricos practicado por pobres» de un pueblo unido
20 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Fátima, una joven remera de su cada vez más fértil cantera, fue ayer tarde la encargada de poner voz a todo un club. A un C.R. Vilaxoán que hizo de la botadura de su nueva trainera de última generación una fiesta. Solemne. Pero con la alegría de quienes se saben ante un día especial. Hasta el punto de quererlo compartir con todo cuanto vecino pudo o tuvo a bien de responder a la invitación cursada por el anfitrión a todas las demás entidades deportivas de Vilagarcía. Con notable respuesta, con representantes del CLB, Cebé, Arousa, el Atenas Running o el C.X. Fontecarmoa participando del momento. Porque lo que ayer se ensalzaba en y delante de la sede del C.R. Vilaxoán era ese lujo en la casa del pobre que se compra con mucho trabajo, esfuerzo y ahorro detrás, pensando en estirar su vida como el chicle; y sin más licencia que el del orgullo libre de jactancia de su primera visión al llegar a casa y saberse de uno.
«Un deporte de ricos practicado por pobres». Así definía Fátima el remo, en referencia a los altos costes de los barcos que se necesitan para competir. Justo después de recordar otro feliz y reciente momento en la historia del C.R. Vilaxoán. El de la botadura del último batel de la flotilla del club y su bautizo con el nombre de un recordado vilaxoanés, Machote. «Pobres sí somos, pero con mucho trabajo, sacrificio e ilusión seguiremos practicando el deporte de ricos» lanzó la canterana a un salón de actos lleno, que se arrancó a aplaudir antes de la intervención de los presentes en la mesa presidencial.
Hablaron el director comercial del Porto de Vilagarcía, Alfonso Gallego, el presidente de Portos de Galicia, José Juan Durán, y el alcalde de Vilagarcía, Alberto Varela. Con palabras de elogio hacia la labor de formación y competición del C.R. Vilaxoán, y ensalzando sus valores y el afecto que despierta. Quizá porque, como bien apuntó el regidor, «o esforzo, a disciplina que require o remo, en poucos deportes se require».
Cerró el turno de intervenciones el presidente del club, Gelo Tarrío. Y llegaron entonces los dos momentazos de la prebotadura. Con el «¡Puff! Bueno...» de un hombre de acción al que se le ve mucho más suelto con el remo en la mano que sosteniendo un micrófono, cuya espontaneidad arrancó la carcajada de quienes lo conocen y lo aprecian bien.
El segundo momento llegó cuando, después de recordar los tres años que su directiva lleva haciendo crecer la cantera del club, tras declarar que «en Sestao me sentí el presidente más orgulloso de Campeonato de España de Bateles por presentar cinco embarcaciones», desveló el nombre de la nueva trainera: Virxe do Carme. Un detalle para la patrona del pueblo vilaxoanés en el centenario de la imagen que forma parte del patrimonio de sus vecinos.
«Salve Marinera», y al agua
Después todo el mundo miró al mar. Se descubrió la trainera. Los remeros la izaron con el mimo de quien entiende el valor y, también, su significado. Y entre dos columnas de canteranos remo calado, en el pantalán que despide como recibe a los remeros del C.R. Vilaxoán, la tripulación de la trainera se empapó junto a su nueva montura del bautizo sonoro de la Salve Marinera entonado por la coral local. Ya solo quedaba completar el sacramento llevando a la Virxe do Carme al agua. El que surcará a brazos de los remeros de su pueblo devoto.