Ricardo Herbón y su equipo seguirán al frente de Opmega dos años más, empeñados en fortalecer la organización bateeira
29 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Ricardo Herbón presidirá Opmega durante dos años más. Así lo decidieron los socios de esta organización de productores de mejillón en el transcurso de una asamblea celebrada en Vilagarcía. Herbón decidió asumir de nuevo el timón del barco porque su equipo ha puesto en marcha varias líneas de trabajo en las que consideran necesario seguir profundizando. «Non era o momento de deixalo», sentencia.
¿Cuáles serán los ejes de este nuevo mandato en Opmega? La directiva tiene un objetivo prioritario: reforzar la organización. «Temos que conseguir que estar dentro sexa atractivo para a xente», razonaba ayer Ricardo Herbón. Cree que ya se está en ese camino, puesto que en los últimos dos años no solo se ha frenado la desbandada de socios que estaba desangrando a la entidad, sino que han logrado que el número de bateas adscritas a Opmega vuelva a crecer. Muy ligeramente, es verdad, pero «conseguiuse cambiar a tendencia» e invertir el trazo de la línea.
Para lograr que esta siga apuntando hacia arriba, Opmega está centrada en lograr «darlle estabilidade aos socios». ¿Y cómo? Garantizando el cobro de su mejillón en unos tiempos «razonables». Para ello, se está negociando ya con varias entidades bancarias. «Antes tiñamos os avais, que se perderon cando a crise fixo que cada un fose polo seu lado intentando vender o seu mexillón como fora e ao prezo que fora. Agora hai que recuperar esas garantías, se non coa forma de avais, explorando outras fórmulas financeiras que teñan o mesmo efecto», sentencia el presidente de Opmega.
Por lo demás, la organización sigue empeñada en poner en marcha el plan operativo que ha diseñado para lograr abrir nuevos mercados en Europa. No es fácil porque «hai tempo que as axudas para este tipo de cousas están desaparecidas», pero los bateeiros de Opmega no renuncian. «Hai mundo máis alá dos Pirineos, e temos un produto magnífico que queremos vender alá, onde non compitamos cos nosos clientes».