El Puerto valora con satisfacción el operativo, que requirió cortes de tráfico en O Ramal, el antiguo vial de enlace, O Cavadelo y A Mariña
18 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Tres años después de la conclusión de su tramo inicial, una máquina tractora recorrió ayer, por primera vez, la ampliada vía férrea de la Autoridad Portuaria. Nada que ver con el mercancías compuesto por una veintena de vagones que, cada día, cruza la estación de Vilagarcía en su camino hacia el puerto de Marín. Ese tren, perfectamente operativo, es un titán que se aproxima a los quinientos metros de longitud. El aparato que cubrió la distancia entre el complejo ferroviario y el muelle de Ferrazo es eso, un solo aparato, de los que Renfe utiliza para mover este tipo de convoyes. Pero su paso sirvió para comprobar las exigencias que entraña el trayecto de 1,3 kilómetros que separa la estación del depósito de agua, y transcurre abierto a la ciudad antes de que los raíles se internen en el recinto estrictamente portuario. En ese viaje a través del área en la que Vilagarcía y su puerto se yuxtaponen, empleó el ferrocarril unos diez minutos. Entre 5 y 10 kilómetros por hora.
La pequeña aventura se inició minutos antes de las diez de la mañana. Los sonidos propios de la actividad a plena luz del día contribuyeron a aminorarlo, pero quien asistió a la salida de la máquina habrá percibido que el ruido que genera el tren no facilita ese teórico trayecto nocturno del que se habló hace años. Su paso por la rotonda de O Ramal, uno de los puntos sensibles del recorrido, se solventó, sin embargo, con soltura. Lógicamente, un convoy en condiciones exigirá un mayor tiempo, pero la rapidez con la que solucionó el asunto, con un cierre al tráfico de apenas tres minutos y medio, no augura demasiados problemas aquí.
Probablemente dé más quebraderos de cabeza la necesidad de restringir la circulación en el entramado que forman el antiguo vial de enlace, que discurre entre el parque Miguel Hernández y el complejo lúdico de la TIR, la avenida de A Mariña y la glorieta de O Cavadelo. Al margen del personal de la Autoridad Portuaria -uno de sus vehículos abrió en todo momento la marcha- y de los maquinistas y especialistas de Renfe, el operativo requirió la intervención de cuatro agentes de la Policía Local y otros tantos miembros del servicio municipal de Emerxencias e Protección Civil. A todos ellos quiso agradecerles la Autoridad Portuaria su esfuerzo. «Esta prueba ha servido para verificar la óptima operatividad del ferrocarril», concluyeron, con evidente satisfacción, los responsables de la institución que preside Sagrario Franco, subrayando el plus de competitividad que proporciona al puerto.