Una operación contra el tráfico de drogas deja registros en Vigo y Vilagarcía y cuatro detenidos

r. estévez / E. v. pita VILAGARCÍA, VIGO / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

MARTINA MISER

Algunos de los arousanos implicados están considerados suministradores habituales de los mercados vigueses de droga

14 feb 2017 . Actualizado a las 11:13 h.

Una oleada de registros y cuatro personas detenidas. Ese es, de momento, el balance de la operación contra el tráfico de drogas que ayer desplegaron agentes de la Policía Nacional en Vigo y en Vilagarcía de Arousa. De unificar y coordinar a todos los efectivos que intervinieron en el operativo se encarga el juzgado de instrucción número 5 de la ciudad olívica, por donde, presumiblemente, pasarán a declarar hoy las cuatro personas que han sido detenidas.

Los acontecimientos que se produjeron ayer son un capítulo más de una investigación, que ya llevaba bastante tiempo abierta, sobre la que pesa el secreto de sumario. Aun así, varios indicios apuntan a que esta hunde sus raíces en los mercados vigueses del tráfico de la droga. De hecho, uno de los registros realizados en Vilagarcía de Arousa se produjo en la vivienda de un individuo que fuentes policiales han catalogado como «suministrador habitual» de quienes operan en la ciudad olívica.

Despliegue importante

En Vilagarcía, el despliegue de medios fue importante. Se realizaron varios registros: uno en un piso de la calle Juan Carlos I y otro en una finca de Rubiáns en la que, rodeadas por un gran muro de piedra, se levantan dos casas de gran tamaño. En ese recinto el ir y venir de agentes fue constante durante las primeras horas de la tarde. Hasta el lugar se desplazó incluso una unidad canina, habitual cuando las operaciones desplegadas tienen que ver con el mundo de las drogas.

El operativo no pasó desapercibido a los vecinos de la zona de Rubiáns: a las dos y media de la tarde el trasiego por la carretera que discurre frente a la finca era constante. Y, a medida que corría la voz de la presencia policial, los residentes en las inmediaciones se rendían a la curiosidad y se acercaban a la casa, aunque manteniendo una prudente distancia del cordón policial desplegado frente a la entrada de la misma.

Según el relato de los vecinos, el propietario de la vivienda en cuestión no mantiene relaciones demasiado amables con quienes viven a su alrededor, y en varias ocasiones se ha visto envuelto en todo tipo de conflictos.