El complejo encaje de los usos feriales con la actividad deportiva

Antonio Garrido Viñas
antonio garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

m.i.

A un lado del recinto descargaban ayer los camiones sus atracciones mientras los niños se entrenaban en el otro

29 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado jueves se rozó el drama en Fexdega. Un mostrador cayó sobre tres niños que estaban recogiendo sus abrigos, colocados sobre él. Una desgracia provocada por toda una serie de circunstancias... que ayer se repitieron en parte. Ayer, a media tarde, los niños que participan en las actividades que organiza la Fundación de Deportes volvían a usar el fatídico mostrador como perchero improvisado. Por seguir, hasta continuaba allí la nevera que tuvo también su importante cuota de culpa en el desaguisado de la semana pasada. Nada parecía haber cambiado en demasía solo cuatro días después de un suceso que se saldó con una fractura de tibia de una pequeña, varios dedos rotos del pie de otro y un susto importante de todos sus compañeros.

En realidad, la escena que se podía contemplar ayer en el recinto ferial de A Maroma era un perfecto reflejo de la difícil convivencia entre el uso ferial y deportivo de la instalación. A un lado de la instalación, varios equipos se estaban ejercitando sin mayores problemas. A las seis de la tarde hasta había espacio libre en alguna de las pistas. Al otro lado, y separados por unas vallas que ejercían de frontera entre ambos espacios, varios camiones maniobraban para depositar las atracciones que estarán en Fexdega durante la feria infantil que se inaugurará en los próximos días. La actividad era notable. Quienes accedían por la puerta principal de las instalaciones y se dirigían hacia la zona deportiva debían caminar por un pequeño pasillo que rodeaba a las atracciones y a sus camiones. Una ruta similar a la que se veían obligados a tomar quienes tuvieran que hacer uso de los servicios o de los vestuarios mientras estaban entrenando.

Fuera de la instalación, el trajín de vehículos entrando y saliendo en una zona que se utiliza también como aparcamiento era más que notable. Los camiones y las furgonetas usaban la entrada de carga y descarga para dejar sus mercancías. En el otro extremo, otra de las puertas laterales es la que usan normalmente los chavales de los distintos equipos para acceder al pabellón. Parece complicado que haya algún incidente porque la distancia es más que notable pero, a veces, sucede lo inesperado. Y no hay que retroceder muchas páginas en el calendario para constatarlo.