Diez años después de las devastadoras inundaciones del 2006, el blindaje de la capital arousana frente al auga continúa incompleto. Augas de Galicia reconoce que el proyecto aún no está listo
05 nov 2019 . Actualizado a las 12:13 h.El 11 de noviembre del 2006, el cielo se abatió sobre Vilagarcía, O Grove, Cambados y Ribadumia. En la capital arousana, O Con daba un primer aviso tras seis horas de intensas precipitaciones. Lo peor, sin embargo, estaba por llegar. Dieciséis días más tarde, la combinación fatal de la pleamar con una lluvia despiadada (en 24 horas se recogieron en la ciudad 109 litros por metro cuadrado, la mayoría de ellos, 91, caídos entre las dos de la tarde y las diez de la noche), 130 años de inconscientes políticas de rellenos y los efectos de los incontables incendios de aquel verano convirtieron aquel 27 de noviembre en un infierno de agua, con el río de O Con corriendo a sus anchas por calles y plazas.
Será difícil que alguien que lo haya vivido pueda olvidarlo. Un hombre tuvo que ser rescatado de un ascensor, prácticamente con el agua al cuello. Se llama Pedro Pérez y su agradecimiento hacia Protección Civil no tiene fecha de caducidad. Más de un centenar de negocios se vieron anegados. Sus responsables aprendieron a convivir con las planchas de madera y la espuma como desesperados escudos con los que poner diques al mar. Colocados en puertas y ventanas, apenas garantizaban unos minutos de tregua. Pero el ánimo y la voluntad también necesitaban alimento. Sentir, al menos, que uno trataba de hacer algo.
Cuando el agua al fin se retiró llegó la hora de echar cuentas. El Consorcio de Compensación de Seguros calculó en 26 millones de euros el dinero necesario para resarcir los múltiples daños. El 92,4 % de esta cantidad se había satisfecho en el verano del 2007. Desembarcaron la Administración central y la Xunta, con siete consellerías contribuyendo a poner sobre la mesa 770.443 euros de ayudas y un plan de blindaje de Vilagarcía contra las inundaciones que nunca se completó.
La tramitación pendiente
Como en casi todo, también aquí la burocracia parece ejercer su peso asfixiante. «A Xunta realizou a obra Acondicionamento hidráulico do río Con fase I, dotada cun importe de 2,3 millóns de euros. Esta obra non resultou suficiente para dotalo da sección de desaugue que resolvera as futuras inundacións, e a Xunta comezou a redacción dun novo proxecto», admitía esta misma semana Augas de Galicia. Una segunda fase que, al decir del ente autonómico, «ten que solventar algunhas cuestións de tramitación para poder executarse».
Diez años después, en definitiva, el proyecto no se ha concretado. Cuanto todo aquello aconteció corrían otros tiempos políticos en Galicia. Era el socialista Pachi Vázquez quien dirigía la Consellería de Medio Ambiente. Su departamento dragó el río y diseñó una ambiciosa actuación que, entre otras cuestiones, proponía dotar al cauce urbano de O Con de catorce metros de ancho. El vuelco electoral del 2009 confinó aquella iniciativa en el cajón de las ideas irrealizadas.
Augas de Galicia llama ahora la atención sobre un problema paralelo: la mejora de la red de saneamiento de la ciudad, uno de cuyos tramos más problemáticos discurre, precisamente, por la ribera del río de O Con. El ente encargó en el 2010 la redacción de un plan específico para Vilagarcía y Catoira. Pero nada, reconoce, podrá hacerse sin abordar antes el acondicionamiento hidráulico pendiente. Agua sobre agua.
26 millones
Del consorcio
Cantidad satisfecha para resarcir los daños de las riadas.
770.443 €
Ayudas de la Xunta
Fueron concedidas a concellos, empresas y particulares.
4.585
Reclamaciones
La mitad, por automóviles. Solo 600 fueron rechazadas.