Los perros conquistan espacios propios en las calles de Vilagarcía

Rosa Estévez
rosa estévez VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Siguiendo el ejemplo de O Grove, la capital arousana habilita lugares pensados para los mejores amigos del hombre

21 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hay momentos del día en el que Vilagarcía se nos antoja la ciudad de los perros. Según los cálculos de Ravella, en el municipio hay censados unos siete mil animales de esta especie. Muchos de ellos salen a la calle al caer la noche, o bien temprano por la mañana, cuando sus propietarios tienen un hueco para sacarlos a disfrutar del aire libre y, obviamente, a hacer sus necesidades. Poco a poco, la ciudad parece ir adaptándose a estos inquilinos y a sus necesidades. ¿O no?

Tras muchos debates, el Concello de Vilagarcía inauguró hace unos meses un parque canino. Está situado en el recinto de Fexdega, sobre un pedazo de césped que a los propietarios de canes se les antoja pequeño. Así se expresa el propietario de Abril, una preciosa galgo que corre sin parar por la explanada del recinto ferial. «Este tipo de perros necesitan correr mucho, y el parque es muy pequeño ya estando vacío. ¡Imagínate por la tarde, cuando hay dos o tres perros!». Así que él, y muchos como él, se quedan con sus animales fuera de las vallas.

Pero otros muchos llevan a sus perros al parque, dotado de varios juegos para que los animales hagan ejercicio. La intención del gobierno local es construir recintos de este estilo en el barrio de O Piñeiriño y en A Tomada (Carril). Pero esos tres parques no parece que vayan a evitar que los dueños de perros sigan buscando espacios en los que dejar a sus animales sueltos, husmeando cuando les apetece y corriendo como locos cuando el cuerpo se lo pide. El parque de O Castriño es una de las zonas a las que suelen recurrir. A Concha-Compostela es otro de los rincones favoritos para dejar correr a las mascotas. Y eso que estas dispondrán de una playa propia en breve. Es la de Canelas, situada en Vilaxoán, frente a la conservera Cuca. Quienes la conocen, saben que se trata de una estrecha franja de terreno que llega a desaparecer cuando sube la marea. Y que en ella la arena no es demasiado buena. A pesar de ello, desde que en verano se anunció su reserva como playa canina, hay quien acude hasta allí para que sus animales puedan darse un chapuzón y jugar en el agua, una actividad que tienen prohibida en el resto de arenales en horario de baño. Dicen desde el Concello que la playa de Canelas se va a mejorar en breve: se colocarán carteles informando de su carácter, vallas y unas papeleras en las que poder depositar los excrementos de los animales.

Que los perros vayan ganando espacios en una ciudad como Vilagarcía no es de extrañar. Sus propietarios son cada vez más conscientes de las necesidades de sus compañeros peludos, y reclaman con más énfasis que estas sean atendidas. Eso también explica que proliferen las tiendas especializadas en todo tipo de complementos caninos.

Lo que ya resulta más difícil de entender es que muchos propietarios de animales sigan haciendo dejación de funciones a la hora de recoger los excrementos de sus mascotas. Estos proliferan en aceras y zonas verdes, esperando la suela de un zapato incauto.