Vilagarcía dispone de 9 desfibriladores contra las paradas cardíacas en la calle

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

mónica irago

Ravella adquirirá en breve quince aparatos semiautomáticos más para su distribución en las instalaciones y edificios municipales

21 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las pardas cardíacas extrahospitalarias constituyen un problema de primera magnitud. De acuerdo con un informe elaborado por el Ministerio de Sanidad, cada año se producen en España 24.500 episodios de estas características, lo que equivale a una parada cada veinte minutos. Su mortandad multiplica por cuatro la de los accidentes de tráfico. El mismo estudio indica que la fibrilación ventricular -un trastorno que causa un ritmo ventricular acelerado, irregular y caótico- es la responsable del 85 % de estos casos. Actuar en los primeros minutos resulta fundamental para la recuperación del paciente. De ahí la estrategia que pugna por ponerse en marcha en diferentes lugares y consiste en distribuir estratégicamente aparatos semiautomáticos de desfibrilación que, junto a la formación de sus potenciales usuarios, garantice una rápida reacción. En Vilagarcía, hoy en día, existen nueve de estos dispositivos.

Fuentes municipales explican que los complejos deportivos de A Lomba, Manuel Jiménez y Fontecarmoa disponen de sendos desfibriladores semiautomáticos. El servicio de Emerxencias tiene otro en su base. Una de las ambulancias de Protección Civil posee su propio dispositivo y tres más se distribuyen en las playas de Bamio, A Concha-Compostela y O Preguntoiro, en Vilaxoán. Un noveno, dependiente ya del Sergas, funciona en el interior del centro de salud de San Roque.

El equipamiento existente en la capital arousana se completa con dos desfibriladores manuales, que solo pueden ser utilizados por personal médico y se encuentran en el Hospital do Salnés y a bordo de la segunda ambulancia de Protección Civil.

Una ciudad cardioprotegida

Esta dotación se multiplicará notablemente en cuanto el Concello de Vilagarcía adquiera quince aparatos semiautomáticos más, cuya partida económica ya ha sido reservada por el gobierno local. Su objetivo es que todas y cada una de las instalaciones municipales, desde la Casa Consistorial a la biblioteca o la plaza de abastos, dispongan de un dispositivo de estas características con personal formado en su utilización. Si el despliegue y el esfuerzo formativo se abordan correctamente, la capital arousana podría optar a la categoría de ciudad cardioprotegida. Un antiguo anhelo de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias en Galicia y de su presidente, Manuel José Vázquez, que hace seis años se quedó en el tintero.