Dejan encerrado de madrugada sin darse cuenta a un cliente que se demoró en el baño del bar

Serxio González Souto
S. GONZÁLEZ VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

El suceso tuvo lugar en una taberna de As Pistas, en Vilagarcía

01 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A partir de ahora, cada vez que el protagonista de esta historia acuda a los servicios de un bar, seguramente se preocupará de que alguien esté al tanto. No observar esta mínima precaución le costó al hombre varias horas de encierro en el interior de uno de los bares que funcionan en el barrio de O Piñeiriño, en Vilagarcía. Un despiste generalizado, unido al buen rato que el sujeto empleó en el baño, hicieron que los últimos clientes y el barman que los atendía abandonasen el establecimiento y echasen el cierre sin percatarse de que alguien permanecía todavía en el váter.

El peculiar incidente tuvo lugar el domingo por la noche. En un momento dado, el individuo dejó la barra y se dirigió a los servicios. Ninguno de los presentes volvió a tener noticia de él. Así que cuando al poco rato se vació la taberna, nadie lo echó de menos. Cuando el cliente por fin regresó a la sala del local, se encontró con las luces apagadas, la verja y la cerradura echadas y ni un alma más que la suya en su interior.

Un vecino del barrio refiere que el inesperado recluso tuvo bastante fortuna. Para empezar, el lunes es el día de descanso del personal que regenta el bar, por lo que en circunstancias normales nadie acudiría al establecimiento hasta el martes por la mañana. El caso es que hombre se pegó a la puerta y comenzó a dar voces y bracear para intentar llamar la atención de algún viandante. Lo consiguió y así se inició la operación de rescate, con gente en el exterior tratando de localizar al propietario del negocio.

El teléfono del dueño, dentro

Tampoco resultó fácil la encomienda, puesto que, si bien resultó relativamente sencillo recurrir a alguien que conociese el número de teléfono del hostelero, este había sufrido un segundo despiste: además del cliente, también su propio aparato móvil quedó olvidado en el interior de la taberna. Superando el contratiempo, los vecinos consiguieron las señas del barman y pudieron darle aviso para que acudiese a su negocio y liberase al fin al prisionero.