Medio centenar de amantes de la capoeira desplegaron sus conocimientos del arte marcial brasileiro en el centro de la capital arousana
26 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Será difícil que quienes ayer se dejaron caer, pasadas las once de la mañana, por la plaza de Galicia de Vilagarcía, olviden el espectáculo que de desplegó ante sus ojos. Medio centenar de deportistas, amantes de la capoeira, desplegaron la seductora cadencia del arte marcial brasileiro para deleite del público. Lo mejor de todo, la corta edad de muchos de los participantes. Alrededor de una veintena de niños ofrecieron un verdadero espectáculo que llamó la atención de los viandantes. Joao Paulo, el mestre Camugere, puede estar satisfecho de sus pequeños discípulos. Horas más tarde, hacia las siete, los jóvenes recibían su bautismo en la explanada del auditorio, completando así una gran jornada.
El propio Camugere explica que la capoeira consiste en un arte de lucha camuflada de baile, para el que la música y las canciones guardan una enorme importancia. La disciplina resultante, de elevado contenido estético, constituye, afirma el mestre, un deporte muy completo para toda la familia.