Una temeridad en la Vía do Salnés

La Voz

VILAGARCÍA DE AROUSA

26 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Serén, que anoche reunía a la Fundación de Deportes, afirma que no permitirá que se ponga en duda la profesionalidad de los trabajadores del Concello de Vilagarcía. Ni por parte de una empresa ni en palabras de ningún grupo político, añadió, en referencia al PP. Ravella se informó sobre las dos ediciones anteriores del triatlón, celebradas en Sanxenxo, comprobó que las autorizaciones estaban en regla y la Policía Local trató de celebrar una junta de coordinación que le competía convocar a la empresa y esta sustituyó por conversaciones telefónicas, arguyendo problemas de agenda.

Pero si hay un documento importante a la hora de establecer responsabilidades acerca de este lamentable episodio es, sin duda, el informe de la Federación Galega de Triatlón. Su juez indica que en O Ramal apenas había cuatro coches que molestasen el domingo por la mañana y que, pese a los retrasos, el control de los atletas pudo realizarse casi en hora. La demora en el despliegue de las boyas estaba resuelta a las diez menos veinte, solo diez minutos por encima del teórico inicio del sector de natación. Así que el verdadero problema estaba en la Vía do Salnés. Ricardo Collazo, director de seguridad y de la propia prueba, «llega a las 10.36 al punto de Celtamotor, descarga una valla y le comunica al agente que se quedará en esa zona porque le fallaron muchos voluntarios». Tampoco disponía del material preciso para cortar el tráfico, pero el organizador «da el ok a las 10.40» sin reparar en que «todavía circulaban vehículos por la carretera». La Guardia Civil impide tal temeridad y el delegado decide suspender a las 10.45 horas.