La Xunta garantiza una vivienda social a la madre de tres hijos desahuciada

Susana Luaña Louzao
susana luaña VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Podría quedar en alquiler en su propio piso o acceder a uno autonómico en Vilagarcía

10 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La Xunta de Galicia ha reaccionado de inmediato, y una vez que tuvo conocimiento de la orden de desahucio de una madre con tres hijos de Vilagarcía, cuyo piso ha salido ya a subasta, ha querido dejar claro que de ninguna manera se quedará la familia en la calle y que la propia administración autonómica le buscará un techo en régimen de alquiler social, ya sea en su propia vivienda, que ahora es propiedad de Abanca por impago, o en alguno de los pisos sociales que la Consellería de Infraestruturas e Vivenda tiene en Vilagarcía.

Según informaron ayer desde dicho departamento autonómico, la Xunta tiene firmado un convenio con Abanca para casos similares. Si el perfil y la situación de Mari Carmen Fernández se ajusta a los parámetros de ese convenio, podrá quedarse en su propio piso. Eso sí, no recuperará la propiedad, será bajo un régimen de alquiler social que, dependiendo de los ingresos de la familia- en este caso se reducen a una ayuda de 426 euros- podría ser de cero euros.

Si no puede entrar en el convenio -y hay muchas posibilidades de que no entre, porque la vivienda ya salió a subasta- la Xunta le cedería una de las viviendas sociales que tiene reservadas en Vilagarcía para casos de este tipo. En los próximos días se negociará con el banco y con la afectada para ver cuál es la mejor solución.

Al mismo tiempo que la Xunta reaccionaba, la afectada se reunía con los responsables municipales para ver de qué manera la podía ayudar la administración local. En el encuentro que mantuvo con la concejala de Benestar Social e Igualdade, Tania García, y con la coordinadora de Servizos Sociais, se acordó que «o Concello poría todos os seus recursos para evitar o desafiuzamento», dijo la edila. A tal fin, en los próximos días se mantendrán reuniones con las partes implicadas.

Evitar perder el piso

Al mediodía de ayer, Mari Carmen Fernández todavía no había recibido ninguna llamada de la Xunta ofreciéndole esa solución; y si bien es cierto que ella agradece todas las ayudas, lo del alquiler social no es lo que esperaba, porque ella lleva años luchando por conservar su piso, «que es lo único que tengo y lo que le puedo dejar a mis hijos».

Cuando se quedó sin trabajo y con tres hijos a su cargo -los padres no le pasan la pensión- trató de renegociar su deuda con el banco, tratando de llegar a un acuerdo para refinanciar la hipoteca y un crédito que tiene por más tiempo, y así poder hacer frente a todos sus pagos y seguir dándole de comer a sus hijos. Pero el banco nunca aceptó, y hasta que hace unos días le comunicaron que el piso estaba en proceso de subasta, ella siguió luchando para mantener su propiedad.

La realidad se impuso finalmente; la hipoteca era de 436 euros al mes y ella cobra 426. Mari Carmen lleva años sin pagar la cuota y la comida se la pone en la mesa Amigos de Galicia. Le cuesta hasta pagar luz y agua. «Y luego está Internet, te dicen que es un lujo, pero los niños lo necesitan para los deberes».