Tomás Fole y el vuelo de la gaviota

VILAGARCÍA DE AROUSA

07 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las fichas del Tetris popular comienzan a encajar en Pontevedra tras el varapalo que las elecciones municipales supusieron para la gaviota, desalojada de una Diputación que siempre había controlado. El último pétalo de la margarita que deshojaba Alfonso Rueda cayó ayer, con el anuncio de que el vicepresidente de la Xunta concurrirá al congreso del 13 de marzo para relevar a Rafael Louzán al frente del aparato provincial de su partido. Una decisión que, tal y como se ha escenificado, encierra consecuencias inmediatas para la formación conservadora en Vilagarcía, desbancada también de un gobierno que alcanzó en el 2011 tras 20 largos años calentando el banquillo de la oposición municipal.

La derrota de Tomás Fole dio mucho que hablar en los mentideros populares. De buenas a primeras, se presumía que la cabeza política del exalcalde rodaría por las escaleras de Ravella sin tardanza. Alguien otrora muy cercano dijo alguna vez que uno de los valores más sólidos que asisten a Fole es su buena estrella. Y es verdad que, pese a su derrota, un destello de fortuna siguió alumbrando al exregidor, a la vista de que su principal detractor interno, el propio Louzán, tampoco emergió de los comicios como para pedirle responsabilidades, precisamente.

Ayer, el portavoz del PP vilagarciano salió en la foto junto a Rueda. Al igual que lo hizo el delegado de la Xunta en el norte de la provincia, el incombustible político cambadés Cores Tourís. Dicen que el número 2 del PPdeG, el mejor valedor que Fole ha tenido nunca en la cúpula del partido conservador, dejó de compartir hace tiempo sus decisiones. La trayectoria extraviada de aquel gobierno municipal no jugó precisamente a su favor. Mucho menos después de que Louzán le hubiese proporcionado la mayoría absoluta que no obtuvo en las urnas, al pactar con Rivera Mallo un bipartito a la diestra y privarle de excusas para gestionar el mandato sin problemas, llevando a cabo cuanto desease y considerase oportuno. Ahora bien, resulta evidente que nadie se rodearía, en la presentación de su candidatura, de gente con la que no va a contar. Así que de la imagen obtenida ayer en la sede provincial se desprende que el vilagarciano seguirá en su puesto y tiene posibilidades de integrar la ejecutiva de Rueda, amén de razonables opciones de que su partido le proponga como aspirante a la reelección en cuanto toque celebrar congreso local.

No parece que Marta Rodríguez, flamante vicepresidenta del Parlamento de Galicia, esté por la labor de construir una alternativa. Se habló en su día de Alfonso González, el número 3 de la Autoridad Portuaria. Pero Fole, a no ser que todo esto sea una mera compensación, sigue vivo.