01 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.
El nombre de Lantero, sinónimo durante décadas de trabajo seguro y seriedad empresarial, inicia su camino hacia la evaporación en Vilagarcía. Han transcurrido 65 años desde que la maquinaria de la cartonera se puso en marcha, un día de primavera de 1950. Se despide mal, con regusto a huelga y a convenio urbanístico. El presente, muy en la línea de la intrahistoria vilagarciana, se pronuncia con acento británico. El futuro habrá que ganarlo.