La estación solo tendrá una zona gratuita para entradas y salidas

Aunque no precisa una fecha concreta para su puesta en marcha, el proyecto que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) presentó a finales del mes pasado en el Concello de Vilagarcía permite entrever cómo funcionará el aparcamiento en la plaza de la Estación, una vez que esta sea cerrada. Así, el organismo dependiente del Ministerio de Fomento únicamente permitirá un uso gratuito circunscrito a una zona de entrada y salida para aquellos vehículos que depositen o recojan pasajeros. Ninguno de ellos podrá detenerse más que el tiempo justo para cumplir su cometido. Cualquier otra utilización de este espacio exigirá el pago de una tarifa por parte de los usuarios.

A menos que se detalle algo más en el momento en que se inicien las obras de reforma de la plaza, esta medida no admitirá más excepciones que las correspondientes a los taxistas, quienes sí dispondrán de su propia área de trabajo. Por lo demás, quienes acostumbran a utilizar el aparcamiento de bicicletas ubicado ante el edificio principal de la estación pueden ir olvidándose de él. A no ser, claro está, que también estén dispuestos a pagar. La tarifa por estacionamiento se aplicará tanto bicis como a automóviles, furgonetas y motocicletas.

La reforma a la que el ADIF se refiere consistirá, fundamentalmente, en la instalación de un sistema que limite el acceso de los vehículos vinculado al pago por estacionar. En otras palabras, el servicio pasará a funcionar como cualquier otro párking de cobro a imagen y semejanza de lo que ocurre en las estaciones de A Coruña, Santiago, Pontevedra y Vigo. También será necesario acometer el repintado y redefinición de las plazas, cuyo número experimentará un notable descenso. En lugar de las 120 en las que actualmente se cifra, su capacidad se quedará en 90 vehículos a los que se añadirán cinco puntos de aparcamiento para personas con movilidad reducida. Las bicicletas y las motocicletas dispondrán de áreas específicas aunque, queda dicho, cotizarán su tarifa correspondiente.

Este es el planteamiento inicial que dibuja el operador ferroviario. Falta por comprobar si las gestiones que el alcalde de Vilagarcía, el socialista Alberto Varela, acaba de anunciar a fin de conseguir las mejores condiciones de uso que sea posible podrán modificar este posicionamiento. Y, de ser así, hasta qué punto está dispuesto el ADIF a realizar alguna concesión. Si el ejemplo se sitúa en el resto de estaciones del Eixo Atlántico, las perspectivas no son demasiado halagüeñas. El empleo gratuito de la plaza pasará a la historia.

Tras la actuación el número de plazas se reducirá de 120 a 90, todas ellas de pago

---

---

---