Agosto se despide con nubes y deja una temperatura media de 20 grados

Bea Costa
bea costa VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

La ría vivió esta semana un ambiente otoñal por los efectos del viento sur

30 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Agosto se despide con un balance atmosférico más propio del otoño que del verano. Del día 1 al 30 ha llovido doce días, el jueves y el viernes con especial intensidad, y las previsiones para mañana también anuncian precipitaciones. Esa circunstancia, unida a que la temperatura media ha sido más baja de lo normal para esta época del año (20,4 grados) deja una sensación generalizada de que este ha sido un mes de agosto malo. Aunque todo es relativo. No faltan los turistas agradecidos por poder ponerse la chaqueta, hartos de soportar en la Meseta un calor que les hace sudar la gota gorda de día y les impide pegar ojo de noche.

En Galicia, y en la comarca en particular, este mes no sobraron las sábanas en la cama y alguno tuvo que recuperar el chubasquero. El miércoles y jueves no solo llovió, también ventó, alcanzándose rachas de hasta 65 kilómetros por hora, según la estadística que arroja la estación meteorológica de Corón (Vilanova). Fueron jornadas de temporal que tiraron macetas, toldos y que obligaron a cerrar los chiringuitos de las playas.

El día más lluvioso del mes fue el miércoles 26, con 14,8 litros por metro cuadrado, seguido del jueves 27, con 11,4 litros. Los valores de otros días lluviosos de agosto quedan a mucha distancia: desde 0,2 y 2,4 litros por metro cuadrado. En agosto del 2014 también hubo días de sacar el paraguas, pero no tantos como este. En cuanto a las temperaturas, este mes que termina dejó una máxima de 26,6 grados el día 21, pero fue una excepción. No obstante, ayer sí volvió el calor dejando una sensación de bochorno. La mínima recogida en la estación de Corón este mes fue de 14,4 el día 8.

La previsión de Meteogalicia para hoy y mañana deja nubes en el firmamento con riesgo de lluvia y temperaturas máximas que pueden alcanzar hasta los 28 grados. El viento sur rolará a norte a partir del lunes, dando paso al anticiclón.

Un clima propicio para el vino y los ríos pero que trastocó los programas de las fiestas

Está visto que nunca llueve a gusto de todos. Las nubes han chafado el negocio a los chiringuitos de playa y las terrazas de los bares estuvieron más vacías de lo habitual en estas fechas, pero a los viticultores les ha venido de perlas. Si la cosecha de Rías Baixas se anunciaba abundante, en el sector ya hablan de una campaña «excelente». Los racimos están sanos y mucho tendrían que torcerse las cosas para que la producción se viera mermada. Lo ideal ahora es que deje de llover para poder empezar la vendimia en el plazo de una semana, según apuntan desde las cooperativas. La lluvia de agosto también ha sido bien recibida en la huerta de O Salnés y garantiza el caudal del río Umia, del que bebe toda la comarca a través de la infraestructura de la mancomunidad. La otra cara de la moneda la representa la industria y la oferta de ocio. Agosto es el mes vacacional y festivo por antonomasia y la lluvia no es un buen aliado para disfrutar de los actos al aire libre. En Vilagarcía hubo que aplazar el Combate Naval y la Batalla de flores de las fiestas de San Roque, pero hubo suerte el día 16 y la Festa da Auga pudo celebrarse sin que descargaran las nubes, aunque agua no faltó. El chill-out previsto en la explanada TIR sí hubo de suspenderse. En O Grove aplazaron hasta en tres ocasiones el Con Negro Festival por culpa del mal tiempo y ante la falta de garantías de sol para este fin de semana, la organización suspendió definitivamente los conciertos hasta el próximo año.

En Vilanova tuvieron que aplazar el Choqueivrán, que finalmente se celebró el viernes por la noche, y las actividades de «Merca na rúa»se pospusieron para ayer por la tarde, esta vez sí con sol.