La estación de Vilagarcía pierde de nuevo el tren directo hacia Madrid

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

La apertura del viaducto del Ulla parecía haber consolidado el tren a Madrid.
La apertura del viaducto del Ulla parecía haber consolidado el tren a Madrid. mónica irago< / span>

El servicio, que se daba por hecho en junio, se frena otra vez a expensas del cambio de horarios en septiembre

22 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La apertura del viaducto del Ulla hizo concebir razonables esperanzas de que una demora de cuatro largos años acabase por fin. Antes de abandonar el Gobierno, el PSOE de José Luis Zapatero dejaba, en otoño del 2011, listas sus previsiones para el recorrido del futuro AVE en Galicia. Aquellas previsiones apuntaban a que, siendo inviable económicamente la construcción de una variante sur, la alta velocidad alcanzase Vigo a través de Santiago, Vilagarcía y Pontevedra. Es decir, el ferrocarril aprovecharía el nuevo trazado del Eixo Atlántico para dar servicio a la primera ciudad de Galicia. Desde entonces, un incómodo silencio roto por contradictorias menciones desde el Ministerio de Fomento. Fuentes del operador ADIF afirmaban hace apenas unos meses que las instrucciones estaban dadas para que la capital arousana, incluida de nuevo en el trayecto hacia la capital, recuperase la escala directa que perdió en 1958. El momento era junio pero junio pasó y con él pasará el verano.

Llamado en teoría a despertar el dormido potencial turístico de Vilagarcía, el ferrocarril hacia Madrid se ha convertido, en la práctica, en un balón que nadie quiere en su alero. Obviamente, en la base de esta extravagante actitud se encuentra la resistencia numantina de Vigo a renunciar a lo inevitable: esa variante de Cercedo cuya puesta en marcha costaría 2.300 millones de euros para ahorrar media hora de viaje y de la que, en los ocho años transcurridos desde que fue propuesta, no se ha construido un solo centímetro.

Todos los datos objetivos avalan, por lo demás, la opción de que el AVE sur llegue por Ourense y se dirija hacia Santiago, donde existe un bypass que permitiría obviar la estación compostelana para ganar tiempo, y, finalmente, discurrir hacia Vigo haciendo escalas en Vilagarcía y en Pontevedra. Esta alternativa ahorraría unos 40 minutos al viajero en su tránsito actual entre Guixar y Madrid, que desde la capital arousana se cubriría en unas cinco horas y media.

La rentabilidad económica y social también juega a favor del Eixo Atlántico. La parada en Vilagarcía daría servicio a dos comarcas, O Salnés y Caldas-Umia, además de tender lazos hacia Barbanza. En total, 150.000 potenciales usuarios que, sumados a los de Pontevedra, rondarían las 300.000 personas. La vía del Miño, con escalas en Redondela y Guillarei, no puede competir con estas cifras ni de lejos. Pese a todo, el tren de este verano acaba de pasar por delante de la capital arousana sin pena ni gloria. Ahora, a esperar a los cambios de horario de septiembre.