Los padres también se benefician del campamento urbano

j. cACABELOS / S. MÉNDEZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

Los padres recogen a sus hijos al final de la mañana en las instalaciones de Fexdega tras las actividades desarrolladas en el campamento urbano.
Los padres recogen a sus hijos al final de la mañana en las instalaciones de Fexdega tras las actividades desarrolladas en el campamento urbano. MÓNICA FERREIRÓS< / span>

Alrededor de 120 niños participan en el campamento urbano

07 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque los protagonistas del campamento urbano de verano son los más pequeños, los mayores también disfrutan de la actividad. Después de varias semanas sin jornada escolar, la apretada agenda de los padres vilagarcianos encuentra un respiro, y no en el sentido de descanso, sino más bien de sosiego, al poder ocupar sus tareas laborales y cotidianas sin tener que preocuparse y comprometer a familiares o vecinos del cuidado de sus hijos.

Monitores al mando

Alrededor de 120 niños de entre 3 y 7 años, participan desde hace una semana en el programa Campamento Urbano. Una iniciativa emprendida por el Concello, para facilitar conciliar mejor la vida laboral de los progenitores con la temporada vacacional de los niños. De este modo, desde las 09:00 horas hasta las 10:00 de la mañana, multitud de padres se acercan hasta las instalaciones de Fexdega con el fin de pasar el relevo a los monitores. Durante toda la mañana, los pequeños disfrutan de actividades al aire libre, de lectura, manualidades... Tareas que se paralizan para realizar un pequeño tentempié a mediodía, y que se retoman hasta el fin de la jornada a las 13.30, horario que se alarga hasta las 14:00 horas, para dar margen de tiempo a la recogida de los alumnos.

Horario limitado

Pese a todo, muchos padres lamentan que el horario no sea más extenso y todavía sin derecho a comedor, ya que algunos tienen una jornada laboral más amplia, y no ven solventado el problema de recurrir a familiares. Por este motivo, la mítica figura de superabuelas y superabuelos, no desaparece en estos horarios de recogida, como es el caso de Doña Margarita, de 80 años, que se ocupa de sus tres nietos a la salida. «Atiendo a mis nietos hasta que sus padres terminan de trabajar», dice. Los progenitores menos afortunados se ven obligados a buscar imaginativas soluciones, tratando de compaginar los horarios.

Niños en actividad

No obstante, el campamento no solo cubre parte del tiempo de los padres más ocupados en el terreno laboral, sino que también libera a otros como Samuel, de 41 años, que pese a que actualmente está en paro y puede dedicarle a sus hijos más atención, considera que es importante que los niños participen en este tipo de actividades de verano, ya que así aprenden y juegan en compañía de otros niños. Además de todos los beneficios que supone la actividad, la gran mayoría de los padres recalcan la importancia de este tipo de iniciativas de carácter gratuito, ya que que si no tienes ningún familiar o conocido que pueda ayudar, tendrían que recurrir a la alternativa privada, y no todos se podrían costear los gastos. De ahí uno de los motivos de que la actividad enseguida cubriera todas las plazas ofertadas, en su mayoría alumnos que ya habían participado en ediciones pasadas. Este año la proximidad de Fexdega al centro de la ciudad contenta a muchos padres ya que facilita el desplazamiento a la zona, a diferencia de otros años, que se tenían que desviar hasta el colegio de A Lomba. Se prevé que esta iniciativa esté en marcha en Vilagarcía en los meses de julio y agosto. Además desde el Concello ya se adelantó la intención de que el próximo día 15 de julio, este campamento cuente para los que estén interesados con el comedor de verano, para que de esta forma se puedan atender las necesidades nutricionales de los más pequeños de la casa.

Muchas familias de Vilagarcía se ven obligadas a recurrir a los superabuelos