Familia, amigos y compañeros son las alternativas más habituales de los arousanos a la hora de dejar a los perros durante las escapadas de verano
04 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.A diario labradores, dálmatas o yorkshires toman las calles de Vilagarcía en busca de un entretenido paseo. Y es que no hay nada que haga más feliz a un perro, exceptuando por supuesto las dulces galletitas de recompensa, que una salida por la playa de A Compostela, el parque Miguel Hernández u otro espacio de la comarca con su dueño.
Pero claro, con la llegada del sol y el calor vienen las vacaciones y desplazarse no siempre es fácil con una mascota a cargo. Y es que en este caso, el tamaño sí que importa. La pequeña Prince, un yorkshire de dos años, acompaña a su dueña Meda en todas sus actividades. En cambio, Nora, la juguetona golden retriever de la vecina de Vilagarcía Nuria, permanece con familiares y amigos cuando su cuidadora realiza alguna escapada.
La perrita Nala, que es más aventurera, viajó hace unos meses en coche con su dueña Paula hasta Francia. La experiencia fue buena, la mestiza viajaba cómodamente en un bolso por los transportes y locales de la ciudad parisina. Sin embargo, las condiciones del trayecto hacen que su cuidadora se replantee llevarla con ella en próximas excursiones. Para algunos resulta difícil separarse de sus mascotas y, por ello, buscan otras opciones para que puedan acompañarlos a todos lados, como en el caso de Pablo que cuando se va de vacaciones, decide todos los años viajar en su caravana para que sus dos bulldog franceses, Mia y Laila Sara, hagan de copilotos.
Cierto es que tener una mascota, en este caso un perro, puede limitar mucho la vida cotidiana y de ocio si se compara con la vida antes de tenerla. Así lo reafirma Nuria: «No dispones de esa libertad de horarios, pero compensa por el cariño que te dan».
No obstante, a pesar de que en los últimos años proliferan los hoteles y babysitter caninos, otros perros en cambio no tienen la misma suerte. Durante el verano, el número de perros abandonados se incrementa exponencialmente, saturando las perreras. Canes cuidados y con collar circulan por las vías públicas en busca de su aparente fiel dueño. Un suceso que se repite cada vez de forma más habitual, sobre todo durante la época estival, recalca Olga Castro, presidenta de la protectora de animales de Cambados.
Tener un perro conlleva determinadas responsabilidades, que no todos cumplen a rajatabla, como comenta Meda: «Tener un perro te condiciona, por eso cuando lo coges tienes que saber lo que haces». De esto es bien consciente Elena, que adoptó hace tres meses un perro maltratado y, aunque tiene la oportunidad de irse de vacaciones con su marido, prefiere quedarse en casa con su perro Soco.
Con o sin mascota en la maleta, una cosa está clara y es que en épocas tan señaladas como esta los más desafortunados en no coger vacaciones lamentan que durante el verano sus perros vean reducidos los espacios destinados a su ocio, como la playa.
La comarca arousana es un lugar con un gran número de perros censados