La firma británica DS Smith compra Lantero por 190 millones de euros

s. gonzález, a. garrido VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

La factoría de Lantero en Vilagarcía se ubica desde hace seis años en el polígono de O Pousadoiro, después de que el grupo invirtiese en ella 9 millones de euros.
La factoría de Lantero en Vilagarcía se ubica desde hace seis años en el polígono de O Pousadoiro, después de que el grupo invirtiese en ella 9 millones de euros. martina miser< / span>

El comité de empresa subraya que nadie ha informado de forma oficial a la plantilla

26 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Decididamente, Lantero seguirá protagonizando titulares pese a que la huelga que mantuvo a la cartonera como fuente noticiosa durante cuatro largos meses concluyó hace ya tiempo, en febrero. Ayer, el grupo anunció que la corporación DS Smith, que hasta ahora permanecía como socio minoritario, con el 25% del capital bajo su control, ha adquirido la totalidad de los activos de su división de cartón ondulado. Esto quiere decir que Lantero se desprende de sus tres plantas en Galicia -además de la principal, José Lantero e Hijos, ubicada en Vilagarcía, también de las de Cartogal, en A Pobra, y Tecnicartón, de Porriño- y las otras cuatro que poseía en el resto de España para centrarse, a partir de ahora, en sus distintas áreas de embalaje de plástico que, asegura la empresa, le proporcionan el 80% de su actual facturación.

De momento no se han producido cambios en la cúpula de la fábrica de O Pousadoiro. Tampoco nadie, ni los todavía propietarios ni quienes los sustituirán en breve, se había dirigido, a media tarde de ayer, a los trabajadores para comunicarles los detalles de la operación. Así lo indica el presidente del comité, Jesús López, pendiente de una reunión que debía celebrarse en Madrid.

El importe de la venta asciende a 190 millones de euros. No obstante, todavía debe ser autorizado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Este paso, que permitirá cerrar la transacción, no se adoptará, probablemente, hasta el tercer trimestre de este año.

El interés de los compradores

Más allá de esta serie de cuestiones generales, poco más ha trascendido acerca de esta operación. En una breve declaración, el director ejecutivo del grupo británico, Miles Roberts, afirmaba ayer sentirse «encantado» con esta operación: «Se trata de un paso importante en nuestra estrategia para aprovechar sinergias y fortalecer nuestra presencia geográfica, y esperamos con interés trabajar con las personas del grupo Lantero y contribuir al crecimiento global de DS Smith».

Por su parte, Enric Holzbacher, consejero delegado de Lantero, se mostraba convencido de que los futuros propietarios «continuarán desarrollando la buena relación con los clientes». Orientada al mercado del gran consumo, la cartera de la cartonera cuenta, sin necesidad de salir de Galicia, con nombres como los de Inditex, Nestlé y Feiraco.

Líder europeo en cartonaje

Las credenciales de la firma británica tampoco se quedan atrás. Líder de embalaje en cartón reciclado en Europa, DS Smith espera alcanzar en España, tras esta operación, una cuota de mercado próxima al 10%. La compra, que según los sindicatos se veía venir, se suma a la reciente adquisición de la andorrana Andopack.

La nueva dirección tendrá que respetar el acuerdo que puso punto y final a la huelga

Los wasaps de los trabajadores de Lantero echaban humo desde primera hora de la mañana de ayer. La noticia de la compra del grupo cartonero por la firma británica DS Smith era algo esperado por todos desde hace tiempo pero a lo que nadie en O Pousadoiro sabía ponerle fecha. Hasta que ayer saltó la liebre.

Hace ya muchas semanas que las aguas han vuelto a su cauce tras la revolución vivida durante cuatro largos meses en los que el ánimo de la plantilla llegó al límite. El acuerdo que puso el punto y final a la huelga más larga de Galicia se está cumpliendo a pies juntillas por ambas partes.

A día de hoy, la plantilla la forman 128 trabajadores, una vez que cuatro se han acogido a la oferta de bajas voluntarias o prejubilaciones que figuraba en el documento que puso fin a las protestas surgidas a raíz de la amenaza de los despidos masivos. La realidad es tozuda y en aquel amenazante ERTE ya apenas están inmersos algunos de los operarios. De hecho, en la fábrica se está procediendo desde hace unas semanas a la instalación de una nueva máquina que ayudará a incrementar todavía más la producción. A la espera de las noticias que lleguen desde Madrid, donde ayer se produjo la primera toma de contacto entre el comité de empresa nacional y una representación de los nuevos propietarios, entre los trabajadores la sensación es de tensa espera. Una cosa está clara: el acuerdo que firmaron en su día con la antigua dirección tiene que respetarse.