No es el deporte uno de los asuntos que más se lleven a debate en los plenos de Vilagarcía. Más allá de alguna interpelación puntual, los grupos políticos parecen tener al margen de su guion la cuestión, que sí debaten con más fruición en las reuniones del Consello Reitor de la Fundación. Ayer, sin embargo, tocaba ratificar la memoria de las actividades del organismo que preside Elena Suárez y saltó la polémica.
Hubo batalla dialéctica y, además, se originó de la manera más absurda. Tres folios componían toda la documentación que se le entregó a los grupos políticos de la oposición. Fajardo fue el primer en poner el grito en el cielo para preguntarse cómo se podía llevar a votación algo en la que ponía «melloras realizadas nas instalacións deportivas: puntos suspensivos». Para María Villaronga (BNG) -que recordó que su grupo pidió hace meses un informe sobre el estado de las instalaciones deportivas que aún no tiene- era una total falta de respeto «e un insulto», argumento en el que redundó Miro Serén (PSOE) que aseguró, además que la Fundación no ha incrementado su actividad en los cuatro años del presente mandato.
Elena Suárez negó a la mayor. Aseguró que el 5 de marzo presentó la memoria en la reunión del Consello Reitor y rechazó que, tal y como aseguraban Helena Mariño (BNG) y Miro Serén, se comprometiese a hacérsela llegar a los grupos de la oposición. Tomás Fole terció luego en la refriega para apuntar que cualquier grupo político tiene toda la documentación a su disposición.
La memoria, que Elena Suárez tenía en su mesa, consta de 54 folios y la presidenta de la Fundación de Deportes comenzó a desglosarla en su último turno de réplica. El barullo, entonces, ya era más que considerable y el propio alcalde cortó a su concejala y le dijo que dejara de leerla para proceder a la votación. Se aprobó con el apoyo favorable del bipartito que forman PP e Ivil, las abstenciones del BNG y del PSOE y los votos en contra de los dos concejales de Esquerda Unida.