La hora de los pactos

Manuel Blanco EL CONTRAPUNTO

VILAGARCÍA DE AROUSA

26 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la experiencia que da el tiempo, uno ha aprendido ya que esto de la politología es como el fútbol. Hay opiniones para todos los gustos. Quienes defienden las mayorías absolutas por generar estabilidad, quienes las rechazan por desatar instintos dictatoriales, quienes ven inestabilidad en los pactos, quienes los aprecian por instigar al diálogo y los equilibrios... Como tengo un punto sofista, voy a secundar todas y cada una de estas tesis. Y por eso me aventuro a decir que ocurra lo que ocurra dentro de un mes, el próximo mandato pondrá a prueba la capacidad política de todos aquellos que resulten elegidos como concejales.

A priori, la encuesta de Sondaxe dice que Alberto Varela y los suyos tendrán un reto mayúsculo ante sí: seducir a las fuerzas de la izquierda para conformar un gobierno sólido. Un desafío que por cierto ya supuso en el pasado una montaña demasiado alta para los socialistas. El PSOE va a necesitar sí o sí de Esquerda Unida para pilotar Ravella.Tratar de gobernar con apenas siete u ocho concejales durante cuatro años, si es que damos por bueno el pronóstico del sondeo, podría ser una temeridad, todo un ejercicio de funambulismo ante un PP que, por otra parte, se vería abocado a forzar una nueva transición en sus filas.

Porque esa es la otra lectura del escenario que perfila Sondaxe. Tomás Fole ha dilapidado en cuatro años un ingente caudal de confianza, en buena medida por obstinarse en cuestiones que realmente son accesorias en esto de la política, mientras se olvidaba de lo sustancial. La obsesión por sanear las cuentas y olvidarse de prestar servicios o la sucesión de conflictos estériles y enfrentamientos con los colectivos más representativos de Vilagarcía han minado la imagen pública de un alcalde que no ha logrado satisfacer las expectativas que un día se depositaron en él.

Si Fole sale derrotado el próximo 24-M, los populares necesitarán buscar un relevo de garantías con el cual edificar una alternativa de futuro. En la Baldosa, siempre atenta a esto del cotilleo político, se dice que ya hay dos opciones: hombre y mujer, los dos con buena imagen en la calle. ¿El desenlace? En cuatro semanas.