Fomento licita el arreglo de Juan Carlos I después de ocho meses
VILAGARCÍA DE AROUSA
El segundo asfaltado de la avenida se desarrollará de nuevo en verano
10 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Ha sido necesario el transcurso de ocho meses para que el Ministerio de Fomento se decidiese a abordar -es de esperar que de forma definitiva- la reparación del castigado asfalto de la avenida Juan Carlos I. En realidad, de los cinco kilómetros que, según el departamento estatal, configuran el tramo de la N-640 en su condición de travesía de Vilagarcía y abarcan tanto a Juan Carlos I como a San Roque y la avenida de Rubiáns, hasta el cruce que conduce al Hospital do Salnés. Ayer, el Boletín Oficial del Estado publicaba el anuncio de licitación de una obra en la que se invertirán 315.594 euros pero en ningún caso se iniciará antes de la llegada del verano.
Se trata de la segunda reparación del firme que experimentará en menos de un año el acceso a Vilagarcía desde Pontevedra, cuya primera fase se desarrolló a caballo de agosto y septiembre, en una sola noche. Aunque la promesa sonaba a relato de satrapía oriental, los operarios encargados del pavimento iniciaron su trabajo al anochecer y lo concluyeron con la amanecida, dejando cubierto de asfalto el tramo que media entre la gasolinera de San Roque y la plaza de la Constitución. Lo malo fue que aquel arreón inicial excluyó del tratamiento los márgenes de la calzada, creando una especie de firme a dos niveles, con el área de circulación varios centímetros por encima de las franjas destinadas a aparcamiento.
Los inconvenientes que entrañaba esta especie de pavimentado por parroquias fueron ampliamente aireados por la oposición. Tanto PSOE como BNG y Esquerda Unida insistieron una y otra vez en el derroche de medios y dineros públicos que, en su opinión, implicaba esta forma de actuar. El propio alcalde, el popular Tomás Fole, se comprometió a tomar cartas en el asunto y anunció, tras consultar la cuestión con Fomento, que el asfaltado se retomaría una vez que La Vuelta a España cruzase el centro de la capital arousana.
Así ha sido, en efecto, aunque probablemente las máquinas no vuelvan a visitar Juan Carlos I hasta que una nueva edición de la prueba ciclista esté ya en ruta, visite o no el pelotón de nuevo la ciudad. Porque, además del presupuesto, el anuncio de la licitación establece que las ofertas no se abrirán hasta el 10 de junio.
La peor época para el tráfico
Entre unas cosas y otras, en el mejor de los casos la intervención comenzará en pleno verano, la época del año en la que el tráfico es peor y más denso en Vilagarcía. Siempre cabe, no obstante, la posibilidad de que el Concello solicite de Fomento una demora en el inicio de las obras, que al menos durarán tres meses.
A la espera de una rotonda en Ande
A ello se ha referido en varias ocasiones el presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, en los últimos tiempos, aunque de momento no hay noticias concretas. La rehabilitación de la N-640 debe llevar aparejada una importante intervención paralela: la construcción de una rotonda en Ande, que concluya definitivamente los accesos al Hospital do Salnés y facilite la incorporación y la salida de los automóviles desde el complejo médico comarcal.
El cambio de titularidad de la vía no implicará alteraciones en el bus del hospital
El acuerdo alcanzado por el Concello de Vilagarcía y el Ministerio de Fomento establece que, una vez arreglada la travesía de la N-640 a cargo del departamento estatal, el Ayuntamiento asumirá la titularidad de la vía. Con todo lo que ello implica, tanto de derechos (regular la seguridad vial sin necesidad de esperar interminables autorizaciones para, simplemente, pintar un paso de peatones) como de deberes (comenzando por los costes de su conservación y mantenimiento).
Que las avenidas Juan Carlos I, San Roque y Rubiáns sean traspasadas al patrimonio municipal abre, en teoría, interesantes interrogantes. Por ejemplo, si este cambio de titularidad implica que el servicio de autobuses hacia el Hospital do Salnés pueda ser convertido en una línea urbana, en lugar de seguir formando parte de la ruta que une la capital arousana y Pontevedra.
Al menos sobre el papel, esta perspectiva abriría las puertas a una cobertura más completa por parte del transporte público, que hoy en día se limita, en los mejores casos, a viajes cada hora. Fuentes del sector del transporte de pasajeros aseguran, sin embargo, que los cambios en la titularidad de las carreteras no implican modificaciones en las líneas de autobuses que las gestionan. No habría, pues, ninguna posibilidad de que la comunicación con el hospital obtenga mayores frecuencias que no pase por que su actual concesionaria así lo solicite y obtenga el permiso necesario.
Preguntado por la misma cuestión, el Concello de Vilagarcía admitió esta semana desconocer si una alteración de estas características sería viable. Las cosas, en definitiva, seguirán como están, con el aparcamiento en Ande como preocupación no menor.