Ravella diseña una plaza de abastos con escaleras mecánicas y cafetería

Serxio González Souto
serxio gonzález VILAGARCÍA / LA VOZ

VILAGARCÍA DE AROUSA

El alcalde se encaramó ayer a uno de los mesados para hablar a los placeros de un proyecto que Ravella concibe por todo lo alto.
El alcalde se encaramó ayer a uno de los mesados para hablar a los placeros de un proyecto que Ravella concibe por todo lo alto. mónica irago< / span>

El módulo que une la zona de la verdura y data de los años 70 será derruido

01 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Non foi sen tempo», diría alguno de los numerosos comerciantes que ayer se dieron cita en la plaza de abastos de Vilagarcía. Corrían las siete y media de la tarde cuando el alcalde, Tomás Fole (PP), decidía encaramarse a uno de los mesados de la segunda planta para hablar a los placeros sobre el futuro del recinto en el que se juegan el tipo sus negocios. La segunda fase de una rehabilitación que inició el anterior gobierno local, hace ahora cinco años, se propone recuperar la fisonomía original del histórico edificio, construido en los años 20 e incluido en el catálogo municipal de bienes a conservar. La fachada oeste, anunció el primer edil, recuperará su protagonismo con la demolición del módulo que une las instalaciones originales con la zona de la verdura, cuyo mantenimiento defienden a capa y espada sus vendedoras y el bipartito conservador parece dispuesto a conceder. La remodelación interna dispondrá, además, de innovaciones de evidente utilidad, como la presencia de unas escaleras mecánicas o la apertura de una cafetería de mayores dimensiones que el pequeño local actual.

Acompañado de la concejala de Mercados, Rocío Llovo, y del arquitecto municipal, Fole afirmó que el espíritu de este segundo tramo de las obras respetará el de la primera fase. Es decir, se rebajará el nivel del ala oeste para que cuente con la misma rasante que el resto del edificio. Además de conferir unidad de tránsito a toda la sala de abastos, se mejorará su accesibilidad con la eliminación de toda una serie de peldaños y rampas.

Todo ello permitirá, además, crear una entreplanta, que se situará al mismo nivel que el primer piso del área central de la plaza. Concebida como un patio interior, en esta zona se ubicarán espacios comerciales pegados a las paredes que compensarán la desaparición de los puestos que se perderán en el área inferior.

Por lo que respecta a la cafetería, esta se situará en la zona occidental de la misma entreplanta, la que se orienta hacia el mar, en un lugar en el que también se abrirán aseos. Para acceder a la parte superior se instalarán escaleras mecánicas por los laterales, además de unas escaleras de emergencia en la parte opuesta.

Proyecto para las verduras

El pabellón de las verduras, añadieron los munícipes conservadores, será objeto de un tratamiento diferenciado. Este proyecto ha sido presentado ya a la Consellería de Economía e Industria para tratar de que sean sus líneas de subvenciones las que lo financien. Se trata del mismo recurso al que Ravella acudió el año pasado para la mejora estética de los puestos exteriores. Esa recuperación de los valores arquitectónicos originales de la plaza que Fole y Llovo defienden traerá consigo, reiteraron ambos, el derribo del módulo construido en los años 70 para unir el edificio histórico con la posterior plaza de las verduras.